El fiscal pide que se ejecute la sentencia del caso del niño de Sueros
![[Img #9400]](upload/img/periodico/img_9400.jpg)
La plataforma ciudadana creada en La Cepeda para liderar las movilizaciones con el fin de que Julio, el niño de Sueros, no se vaya de la localidad y permanezca con su familia paterna, ha recibido un jarro de agua fría después de conocer que el fiscal del caso pide que se ejecute la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria de 5 de julio de 2013, que dio la custodia del muchacho a los abuelos maternos, basándose en los informes de los psicólogos que estiman que el cambio pemitirá al menor crecer "sin odio".
El fiscal no ha tenido en cuenta las peticiones de la familia paterna, con quien Julio vive desde hace seis años, para que el niño fuera examinado por un forense, teniendo en cuenta la reacción dolorosa que tuvo el domingo 13 de abril cuando se personó la Guardia Civil para llevárselo al Punto de Encuentro Familiar y entregarlo a los abuelos maternos, una actuación que no pudo ejecutarse porque el muchacho tuvo que ser llevado al Hospital de León donde los facultativos del área de Psquiatría le diagnosticaron "ansiedad extrema".
En el escrito presentado por la abogada defensora de la familia paterna del niño, Marta Fernández Cobo, también se pedía al fiscal nuevos exámenes psicológicos y que la Justicia tuviera en cuenta la opinión de Julio, que aunque no tiene 12 años (la edad legal en la que los niños ya son escuchados) está a punto de cumplir 11 y tiene madurez para decidir.
El fiscal no ha considerado la petición de la apertura de la nuevas diligencias y por lo tanto pide a la juez de Reinosa que se ejecute la sentencia. No obstante la defensa ha enviado este jueves un nuevo escrito al Juzgado de la ciudad cántabra solicitando la ejecución de las diligencias, porque de los dos informes psicológicos del equipo psicosocial realizados hace dos años, que el fiscal da por buenos, solo en uno de ellos consta que fuera examinado Julio. La abogada Fernández Cobo también alega que se le vuelva a realizar la exploración judicial porque ahora el niño tiene dos años más que cuando compareció para ser escuchado por la Justicia.
Ante la posición tomada por el fiscal, y aún sabiendo que quien tiene que resolver es la jueza de Reinosa, en Sueros de Cepeda se preparan para volver a salir a la calle para mostrar su solidaridad y cariño con Julio, un niño que ahora ha encontrado la estabilidad emocional y familiar, después de que en mayo de 2009 fuera testigo del asesinato de su padre, natural de la localidad cepedana, a amanos dos leoneses en Mataporquera (Cantabria), un hecho por el que la madre fue condenada a 18 años de cárcel por probarse su participación.
La plataforma ya ha anunciado que mantendrá la campaña de recogida de firmas abierta por distintos cauces, tanto en la plataforma digital Change.org como en papel.
La plataforma ciudadana creada en La Cepeda para liderar las movilizaciones con el fin de que Julio, el niño de Sueros, no se vaya de la localidad y permanezca con su familia paterna, ha recibido un jarro de agua fría después de conocer que el fiscal del caso pide que se ejecute la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria de 5 de julio de 2013, que dio la custodia del muchacho a los abuelos maternos, basándose en los informes de los psicólogos que estiman que el cambio pemitirá al menor crecer "sin odio".
El fiscal no ha tenido en cuenta las peticiones de la familia paterna, con quien Julio vive desde hace seis años, para que el niño fuera examinado por un forense, teniendo en cuenta la reacción dolorosa que tuvo el domingo 13 de abril cuando se personó la Guardia Civil para llevárselo al Punto de Encuentro Familiar y entregarlo a los abuelos maternos, una actuación que no pudo ejecutarse porque el muchacho tuvo que ser llevado al Hospital de León donde los facultativos del área de Psquiatría le diagnosticaron "ansiedad extrema".
En el escrito presentado por la abogada defensora de la familia paterna del niño, Marta Fernández Cobo, también se pedía al fiscal nuevos exámenes psicológicos y que la Justicia tuviera en cuenta la opinión de Julio, que aunque no tiene 12 años (la edad legal en la que los niños ya son escuchados) está a punto de cumplir 11 y tiene madurez para decidir.
El fiscal no ha considerado la petición de la apertura de la nuevas diligencias y por lo tanto pide a la juez de Reinosa que se ejecute la sentencia. No obstante la defensa ha enviado este jueves un nuevo escrito al Juzgado de la ciudad cántabra solicitando la ejecución de las diligencias, porque de los dos informes psicológicos del equipo psicosocial realizados hace dos años, que el fiscal da por buenos, solo en uno de ellos consta que fuera examinado Julio. La abogada Fernández Cobo también alega que se le vuelva a realizar la exploración judicial porque ahora el niño tiene dos años más que cuando compareció para ser escuchado por la Justicia.
Ante la posición tomada por el fiscal, y aún sabiendo que quien tiene que resolver es la jueza de Reinosa, en Sueros de Cepeda se preparan para volver a salir a la calle para mostrar su solidaridad y cariño con Julio, un niño que ahora ha encontrado la estabilidad emocional y familiar, después de que en mayo de 2009 fuera testigo del asesinato de su padre, natural de la localidad cepedana, a amanos dos leoneses en Mataporquera (Cantabria), un hecho por el que la madre fue condenada a 18 años de cárcel por probarse su participación.
La plataforma ya ha anunciado que mantendrá la campaña de recogida de firmas abierta por distintos cauces, tanto en la plataforma digital Change.org como en papel.
