La parafina incrimina a la madre en los disparos mortales contra Carrasco
La prueba científica que detecta la presencia de pólvora se realizó en la mañana de este martes con una conclusión inequívoca, pero el mutismo total de Montserrat González y de su hija, que niegan su participación en los interrogatorios por separado, y la ausencia aún del arma utilizada mantienen al ralentí la investigación a 24 horas del asesinato. Por las heridas mortales de la presidenta de la Diputación se sabe que el arma es de calibre corto, inferior a la reglamentaria que utilizaba el marido, comisario de Policía de Astorga.
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Fue la madre de Triana, Montserrat González, la que empuñó el arma y asestó los tres disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación y del PP de León en la tarde del lunes lunes en la capital leonesa y a plena luz del día.
La prueba de la parafina, que detecta nitratos y nitritos de pólvora en los planos superficiales de la piel, se realizó en la mañana de este martes por orden judicial ante la negativa reiterada de la mujer y su resultado es inequívoco, según ha podido contrastar a iLeon.com fuentes de la investigación. Es, de hecho, casi la úniva evidencia concluyente con la que cuentan los investigadores de la Policía Judicial.
Serenas y frías
Porque las dos únicas detenidas por este asesinato continúan manteniendo un mutismo total y una considerable serenidad y frialdad en los respectivos interrogatorios a los que han sido sometidas a lo largo del día por separado, la madre en la Comisaría de Policía de León y la hija, Triana Martínez, en la de San Andrés del Rabanedo, ha confirmado igualmente a iLeon.com.
Si han hablado ha sido para negar una y otra vez su participación en el suceso, a pesar de que ya son varias las declaraciones de testigos presenciales que las ubican a ambas en el escenario del crimen.
Se amplía la búsqueda del arma a las alcantarillas
Entre las pesquisas hay que contar un registro en el domicilio de la más joven de las detenidas, de 35 años, en la capital leonesa. Se realizó por la mañana pero todo indica que se limitó a una rutina y que del mismo no se pueden extraer pruebas incriminatorias de ningún tipo.
Esta situación, una vez clarificada la presunta autoría por medios científicos, hace que ahora la clave pase ineludiblemente por el arma homicida. Un arma de fuego que sigue sin aparecer, ni en el cauce del río Bernesga que atraviesa la capital leonesa ni en el paseo contiguo ni en las inmediaciones del lugar de los hechos, ni tampoco en el pormenorizado recorrido que los agentes especializados han realizado a través del itinerario por las céntricas calles que siguieron en su huída. iLeon ha sabido también que en la tarde de este martes se ha decidido ampliar la búsqueda a las alcantarillas de ese recorrido.
De momento, con todas las reservas lógicas, se trabaja sobre la teoría de que el calibre del arma era un calibre corto, teniendo como referencia los datos que sobre las heridas mortales se han extraído del informe forense preliminar que ya concluyó por la mañana, tal y como adelantó en exclusiva iLeon.com dos de ellas en la espalda y una más en la nuca de Isabel Carrasco.
Por las heridas, calibre corto
En todo caso, sí parece claro que ese calibre sería notoriamente inferior al calibre de las armas oficiales de la Policía Nacional, un detalle que permitiría descartar a priori que el arma que produjo la muerte de la presidenta de la Diputación fuera la reglamentaria del marido de la presunta autora de los disparos, Pablo Antonio Martínez, inspector jefe responsable de la Comisaría de Policía de Astorga.
Todo indica que será este miércoles, cuando ambas presuntas implicadas en el asesinato pasen definitivamente a disposición judicial, en el Juzgado de Instrucción número 4 de León, que mantiene el secreto de sumario mientras continúan las investigaciones.
Fue la madre de Triana, Montserrat González, la que empuñó el arma y asestó los tres disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación y del PP de León en la tarde del lunes lunes en la capital leonesa y a plena luz del día.
La prueba de la parafina, que detecta nitratos y nitritos de pólvora en los planos superficiales de la piel, se realizó en la mañana de este martes por orden judicial ante la negativa reiterada de la mujer y su resultado es inequívoco, según ha podido contrastar a iLeon.com fuentes de la investigación. Es, de hecho, casi la úniva evidencia concluyente con la que cuentan los investigadores de la Policía Judicial.
Serenas y frías
Porque las dos únicas detenidas por este asesinato continúan manteniendo un mutismo total y una considerable serenidad y frialdad en los respectivos interrogatorios a los que han sido sometidas a lo largo del día por separado, la madre en la Comisaría de Policía de León y la hija, Triana Martínez, en la de San Andrés del Rabanedo, ha confirmado igualmente a iLeon.com.
Si han hablado ha sido para negar una y otra vez su participación en el suceso, a pesar de que ya son varias las declaraciones de testigos presenciales que las ubican a ambas en el escenario del crimen.
Se amplía la búsqueda del arma a las alcantarillas
Entre las pesquisas hay que contar un registro en el domicilio de la más joven de las detenidas, de 35 años, en la capital leonesa. Se realizó por la mañana pero todo indica que se limitó a una rutina y que del mismo no se pueden extraer pruebas incriminatorias de ningún tipo.
Esta situación, una vez clarificada la presunta autoría por medios científicos, hace que ahora la clave pase ineludiblemente por el arma homicida. Un arma de fuego que sigue sin aparecer, ni en el cauce del río Bernesga que atraviesa la capital leonesa ni en el paseo contiguo ni en las inmediaciones del lugar de los hechos, ni tampoco en el pormenorizado recorrido que los agentes especializados han realizado a través del itinerario por las céntricas calles que siguieron en su huída. iLeon ha sabido también que en la tarde de este martes se ha decidido ampliar la búsqueda a las alcantarillas de ese recorrido.
De momento, con todas las reservas lógicas, se trabaja sobre la teoría de que el calibre del arma era un calibre corto, teniendo como referencia los datos que sobre las heridas mortales se han extraído del informe forense preliminar que ya concluyó por la mañana, tal y como adelantó en exclusiva iLeon.com dos de ellas en la espalda y una más en la nuca de Isabel Carrasco.
Por las heridas, calibre corto
En todo caso, sí parece claro que ese calibre sería notoriamente inferior al calibre de las armas oficiales de la Policía Nacional, un detalle que permitiría descartar a priori que el arma que produjo la muerte de la presidenta de la Diputación fuera la reglamentaria del marido de la presunta autora de los disparos, Pablo Antonio Martínez, inspector jefe responsable de la Comisaría de Policía de Astorga.
Todo indica que será este miércoles, cuando ambas presuntas implicadas en el asesinato pasen definitivamente a disposición judicial, en el Juzgado de Instrucción número 4 de León, que mantiene el secreto de sumario mientras continúan las investigaciones.