Cultura
“Para ahondar nuestra memoria, para salvar nuestras raíces”
Arnaut Daniel / Astorga.
Todavía
huele a tinta fresca el libro del escritor salmantino José Luis Puerto, 'Leyendas de tradición
oral en la provincia de León', editado por la Diputación de León y el Instituto
Castellano Leonés de la Lengua. Antonio Colinas, uno de los prologuistas de la
obra, destaca que estamos ante un libro de Libros, una Biblia o un metalibro,
“un resumen de múltiples conocimientos, ya desde la misma recopilación de
nombres, lugares, palabras y expresiones. Este libro, indica Colinas,
incorpora, además de la literatura oral, las invocaciones mágicas no siempre
exclusivas de la palabra, los usos y costumbres y sobre todo lo que denomina
como 'toponimia del alma'. De ese alma de la que hemos abjurado y que ya diaño
ninguno en la explosión de la burbuja de las ánimas daría por ella ni medio
chavo. ¿Quién puede entender con el cuerpo, menos aún con el alma, hoy en día,
a Goethe y a su Fausto?
Hay
ensayistas, pensadores de la verborrea que no han entendido nada. Entonces este
libro a contrapelo, este descubrimiento de la lentitud, este desanudar las
raíces para recobrar la identidad te lleva a ti mismo a recuperar tu alma, ya
podrás intuir de lejos lo que significaría venderla. Podrás leer a Goethe y
entenderlo. Esto es lo que logra Puerto, un pasadizo que lleva de lo local a lo
global hasta el confín de la galaxia; de Quintina Morán Flecha al Fausto o
hacia Setembrini.
El
libro podría entenderse también como una trampa, como un impedimento que nos
pusiéramos a nosotros mismos, para no poder hacer lo que en otro caso haríamos.
Olvidarse del pasado originario, del pueblo nuestro. Desde ahora,
desde este libro, resultará ya imposible huir de la memoria.
Señala, Antonio Colinas, la presencia de lo sagrado en esta obra; “cuando hablo de lo
sagrado no estoy aludiendo a una realidad estrictamente religiosa, sino a una
realidad que es el resultado de una mirada sobre el mundo: mirada de aceptación,
a veces piadosa, respetuosa con el medio natural. El ser humano se ha sabido
siempre inmerso en una realidad que superaba su finitud, que a cada momento se
ofrecía amenazante en sus fenómenos naturales o engañosa, que había que ordenar
en ciclos o explicar con leyendas”.
"El don de la palabra escrita"
Para finalizar Antonio Colinas dice que "leyendo estas
deliciosas páginas, el lector sentirá como se ahondan de nuevo las raíces de su
ser esencial y, con ello, habrá vuelto a dar sentido a su vida, habrá rescatado
las verdades últimas del origen, esas que hoy tendemos a perder (…) Este libro
nos las devuelve –las salva-, gracias al don de la palabra escrita” .
A
partir de aquí hay que lanzarse a la lectura del libro. En la introducción del
autor, se nos provee de un procedimiento clasificatorio de las leyendas. Se
repasan las fuentes documentales escritas. Proporciona su metodología de
trabajo. Y entonces ya puedes subirte a la escoba de una bruja para viajar por
el recorrido temático, apuntado ya por Concha Casado Lobato, también prologuista de la obra. Cada tema
viene preludiado por una presentación, son páginas de color más oscuro para que
se distingan bien de lo que es lo esencial, los etnotextos, páginas del color
habitual. Estos etnotextos vienen subclasificados según su particularidad
temática.
El
vuelo de la bruja aterriza en la visión del espantillo, cuyo fragmento final subraya que "llegaron más arriba y vierun no sé qué,
un, como un espantullo así, una cosa. Llegaron más arriba, igual, otro
espantullo igual, como un, no sé, así, como un bicho tonto. Se marchan para
casa, todos palmaos de miedo. Nunca más volvieron.”
El
libro viene precedido por dos pequeños prólogos; el primero realizado por
Concha Casado Lobato. El segundo, de Antonio Colinas, lleva por título “Para
ahondar nuestra memoria, para salvar nuestras raíces” En el prólogo de Concha
Casado se nos facilita el índice temático en que se organiza el libro. Este se
articula en torno a diez temas: 1. El cielo, ser y tiempo. 2.La tierra, las
formas de nombrarla, el origen de los nombres de los pueblos. 3. El agua,
fuentes, ríos, lagos y anímulas. 4. La naturaleza, árboles, plantas, la piedra
trisulca. 5. Los santos y los héroes, leyendas de apariciones de cristos y de
vírgenes. 6. Las etnias; moros y gitanos, franchutes, etc. 7. El miedo y su
transmisión a los niños, cocos, papones. 8. El humor. 9. Animales: leyendas de
pájaros, reptiles, embalsamados, amaestrados, perros sueltos, incluidos en esta
clasificación, innumerables, dibujados con un pincel finísimo de pelo de
camello, que acaban de romper el jarrón, que de lejos parecen moscas etc. 10.
los seres imaginarios, como el reñubero, la griega, el basilisco.
![[Img #2082]](upload/img/periodico/img_2082.jpg)
Hay ensayistas, pensadores de la verborrea que no han entendido nada. Entonces este libro a contrapelo, este descubrimiento de la lentitud, este desanudar las raíces para recobrar la identidad te lleva a ti mismo a recuperar tu alma, ya podrás intuir de lejos lo que significaría venderla. Podrás leer a Goethe y entenderlo. Esto es lo que logra Puerto, un pasadizo que lleva de lo local a lo global hasta el confín de la galaxia; de Quintina Morán Flecha al Fausto o hacia Setembrini.
El libro podría entenderse también como una trampa, como un impedimento que nos pusiéramos a nosotros mismos, para no poder hacer lo que en otro caso haríamos. Olvidarse del pasado originario, del pueblo nuestro. Desde ahora, desde este libro, resultará ya imposible huir de la memoria.
Señala, Antonio Colinas, la presencia de lo sagrado en esta obra; “cuando hablo de lo sagrado no estoy aludiendo a una realidad estrictamente religiosa, sino a una realidad que es el resultado de una mirada sobre el mundo: mirada de aceptación, a veces piadosa, respetuosa con el medio natural. El ser humano se ha sabido siempre inmerso en una realidad que superaba su finitud, que a cada momento se ofrecía amenazante en sus fenómenos naturales o engañosa, que había que ordenar en ciclos o explicar con leyendas”.
"El don de la palabra escrita"
Para finalizar Antonio Colinas dice que "leyendo estas deliciosas páginas, el lector sentirá como se ahondan de nuevo las raíces de su ser esencial y, con ello, habrá vuelto a dar sentido a su vida, habrá rescatado las verdades últimas del origen, esas que hoy tendemos a perder (…) Este libro nos las devuelve –las salva-, gracias al don de la palabra escrita” .
A partir de aquí hay que lanzarse a la lectura del libro. En la introducción del autor, se nos provee de un procedimiento clasificatorio de las leyendas. Se repasan las fuentes documentales escritas. Proporciona su metodología de trabajo. Y entonces ya puedes subirte a la escoba de una bruja para viajar por el recorrido temático, apuntado ya por Concha Casado Lobato, también prologuista de la obra. Cada tema viene preludiado por una presentación, son páginas de color más oscuro para que se distingan bien de lo que es lo esencial, los etnotextos, páginas del color habitual. Estos etnotextos vienen subclasificados según su particularidad temática.
El vuelo de la bruja aterriza en la visión del espantillo, cuyo fragmento final subraya que "llegaron más arriba y vierun no sé qué, un, como un espantullo así, una cosa. Llegaron más arriba, igual, otro espantullo igual, como un, no sé, así, como un bicho tonto. Se marchan para casa, todos palmaos de miedo. Nunca más volvieron.”
El libro viene precedido por dos pequeños prólogos; el primero realizado por Concha Casado Lobato. El segundo, de Antonio Colinas, lleva por título “Para ahondar nuestra memoria, para salvar nuestras raíces” En el prólogo de Concha Casado se nos facilita el índice temático en que se organiza el libro. Este se articula en torno a diez temas: 1. El cielo, ser y tiempo. 2.La tierra, las formas de nombrarla, el origen de los nombres de los pueblos. 3. El agua, fuentes, ríos, lagos y anímulas. 4. La naturaleza, árboles, plantas, la piedra trisulca. 5. Los santos y los héroes, leyendas de apariciones de cristos y de vírgenes. 6. Las etnias; moros y gitanos, franchutes, etc. 7. El miedo y su transmisión a los niños, cocos, papones. 8. El humor. 9. Animales: leyendas de pájaros, reptiles, embalsamados, amaestrados, perros sueltos, incluidos en esta clasificación, innumerables, dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, que acaban de romper el jarrón, que de lejos parecen moscas etc. 10. los seres imaginarios, como el reñubero, la griega, el basilisco.





