Domingo, 10 de Marzo de 2013

En África, la libertad para las niñas empieza en el acceso al agua

Redacción / Astorga. 


[Img #2091]
Algo tan cotidiano para nosotros, como el fácil acceso al agua, se convierte en África en el principio de la libertad, sobre todo para las niñas, y de los derechos humanos. Marifé Santiago Bolaños recorrió en su conferencia dedicada a Wangari Maathai, la premio Nobel de la Paz, el paisaje esperanzador del África de las mujeres, del continente de 'las hermanas'. 
'Marzo en femenino', el programa de la Concejalía de Igualdad, Familia y Servivios Sociales dedicado a las mujeres, llegó ayer a una de sus jornadas centrales con la ponencia de la escritora de Boisán e incansable viajera. La keniata Wangari Maathai fue "una niña privilegiada", según ella misma reconocía, porque pudo estudiar y formarse, incluso, en Estados Unidos, Alemania y Oxford. Su activismo por mejorar la calidad de vida de las mujeres africanas estuvo profundamente imbricado en la recuperación medioambiental de los bosques. En Wangari Maathai confluyen dos aspectos claves para el desarrollo africano, la lucha diaria por el agua y el acceso a la educación. Un pozo, señaló la ponente, es el principio de la libertad para las niñas porque son ellas las encargadas de proveer de agua a sus familias. En este trabajo al que dedican horas muchas cada día, les impide ir a la escuela, incluso "el camino del agua es fuente de inseguridad y violencia" indicó Marifé Santiago.
Wangari Maathai (1940-2011) promovió a lo largo de su vida la plantación de 30 millones de árboles en África, porque estaba convencida de que la degradación ambiental es un reflejo de las corrupciones y el mal gobierno en los países.
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.