En Astorga como en España, monarquía Vs democracia
Para ser republicano
no hace falta que te pongas
banderitas en la mano,
la república es la calle
y el universo es el barrio.
Juan Perro, Malasaña.
Como dicen los chikos del maízen cultura y compromiso, España es un barco que se hunde a plazos. Y en ese barco, nuestros dirigentes asisten ajenos al desastre mientras escuchan atentos a los últimos compases de la orquesta del Titanic. El que sí se ha dado cuenta del fin de ciclo es Juan Carlos de Borbón -heredero de Franco- quien en un intento por salvar la cleptocracia y a los corruptos a los que sirve y siempre ha servido, ha abdicado para que su hijo pase a ser -por la gracia de ser su hijo- Jefe de España. ¿Cómo no va a haber corrupción en este país si hasta la Jefatura del Estado se da a dedo?
Pero no va a ser tan fácil que las cosas sigan igual que hasta ahora. Cada vez más gente es consciente del expolio al que ha sido sometida. Ni tan siquiera el fútbol sirve ya de placebo como en ocasiones anteriores.El recorte de derechos laborales, la precariedad, los bajísimos salarios, el despido gratuito, los recortes en educación, en sanidad, en dependencia, la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, los desahucios, el sometimiento de nuestra soberanía a la banca alemana, el exilio de tantos jóvenes universitarios, la corrupción … estos son los verdaderos problemas de los españoles. Problemas que son la herencia del monárquico régimen del 78. Y con la agonía del 78, la decadencia de sus instituciones: la Monarquía, el PP y el PSOE.
Ante esta tesitura, es obvio que Felipe VI no es, ni será, el Rey de todos los españoles. Felipe VI no será el Rey de los españoles demócratas, de los españoles que exigimos la convocatoria de un referéndum que desemboque en un proceso constituyente para poder hacer de España un país moderno, más avanzado, libre y soberano, en el que la vida pública se rija por los principios republicanos: virtud, democracia, transparencia y defensa de lo común. En el que se pueda vivir bien y con Dignidad.
En este contexto, Astorga no es una excepción. Puede que el régimen no esté podrido aún en nuestra ciudad, pero se evidencian signos de que ha entrado enfase de descomposición. En Astorga el régimen se encuentra en franca decadencia, aun a pesar de que el PP conserve un importante apoyo social entre gente de avanzada edad. Y de que el PSOE mantenga una extensa red clientelar. Y es que hace ya mucho tiempo desde que el PSOE no está del lado de los demócratas. Nadie duda de que el PSOE comenzó defendiendo a los de abajo, pero quizás pensaran (no les quito razón, aunque no lo apoyaré jamás) que era más fácil cambiar de bando que cambiar las cosas. De modo que PP y PSOE no son lo mismo y menos aún sus votantes. Pero sus direcciones sí que están en la misma orilla. Son el régimen y no tienen la más mínima intención de cambiar*.
A la otra orilla, los demócratas: colectivos ciudadanos, asociaciones, plataformas y partidos como IU-Astorga o Podemos que deberíamos converger en base a reglas de nueva política con las que disputar el poder a la vieja política. Democracia contra oligarquía, esa es la cuestión.Y en mi humilde opinión, creo que deberíamos oponer al régimen un contrapoder creativo y en positivo. Un contrapoder en base a las reglas de la nueva política ciudadana. Con un programa de acción común netamente republicano, que tenga por bandera la profundización en la democracia y la participación, la total transparencia, la limpieza en los procesos de empleo público y en la contratación pública, la virtud de los representantes públicos y en definitiva, la defensa de lo común.
Porque república no es tan solo elegir democráticamente al Jefe del Estado, que también. República es mucho más y en Astorga nos toca también ir creando pedacitos de república. De la república del Siglo XXI, la que Astorga y España necesitan para salir de las crisis.
Elblogdechemajanez.blogspot.com
jmjanezf@gmail.com
* Para muestra, sirva poner como ejemplo el apoyo del PSOE de Astorga a Pedro Sánchez para “renovar” cosméticamente el socialismo, pues este candidato ha mostrado su apoyo explícito a la Monarquía y a la reforma del artículo 135 de la Constitución que subordina todo el gasto público al pago de la deuda y sus intereses.
Para ser republicano
no hace falta que te pongas
banderitas en la mano,
la república es la calle
y el universo es el barrio.
Juan Perro, Malasaña.
Como dicen los chikos del maízen cultura y compromiso, España es un barco que se hunde a plazos. Y en ese barco, nuestros dirigentes asisten ajenos al desastre mientras escuchan atentos a los últimos compases de la orquesta del Titanic. El que sí se ha dado cuenta del fin de ciclo es Juan Carlos de Borbón -heredero de Franco- quien en un intento por salvar la cleptocracia y a los corruptos a los que sirve y siempre ha servido, ha abdicado para que su hijo pase a ser -por la gracia de ser su hijo- Jefe de España. ¿Cómo no va a haber corrupción en este país si hasta la Jefatura del Estado se da a dedo?
Pero no va a ser tan fácil que las cosas sigan igual que hasta ahora. Cada vez más gente es consciente del expolio al que ha sido sometida. Ni tan siquiera el fútbol sirve ya de placebo como en ocasiones anteriores.El recorte de derechos laborales, la precariedad, los bajísimos salarios, el despido gratuito, los recortes en educación, en sanidad, en dependencia, la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, los desahucios, el sometimiento de nuestra soberanía a la banca alemana, el exilio de tantos jóvenes universitarios, la corrupción … estos son los verdaderos problemas de los españoles. Problemas que son la herencia del monárquico régimen del 78. Y con la agonía del 78, la decadencia de sus instituciones: la Monarquía, el PP y el PSOE.
Ante esta tesitura, es obvio que Felipe VI no es, ni será, el Rey de todos los españoles. Felipe VI no será el Rey de los españoles demócratas, de los españoles que exigimos la convocatoria de un referéndum que desemboque en un proceso constituyente para poder hacer de España un país moderno, más avanzado, libre y soberano, en el que la vida pública se rija por los principios republicanos: virtud, democracia, transparencia y defensa de lo común. En el que se pueda vivir bien y con Dignidad.
En este contexto, Astorga no es una excepción. Puede que el régimen no esté podrido aún en nuestra ciudad, pero se evidencian signos de que ha entrado enfase de descomposición. En Astorga el régimen se encuentra en franca decadencia, aun a pesar de que el PP conserve un importante apoyo social entre gente de avanzada edad. Y de que el PSOE mantenga una extensa red clientelar. Y es que hace ya mucho tiempo desde que el PSOE no está del lado de los demócratas. Nadie duda de que el PSOE comenzó defendiendo a los de abajo, pero quizás pensaran (no les quito razón, aunque no lo apoyaré jamás) que era más fácil cambiar de bando que cambiar las cosas. De modo que PP y PSOE no son lo mismo y menos aún sus votantes. Pero sus direcciones sí que están en la misma orilla. Son el régimen y no tienen la más mínima intención de cambiar*.
A la otra orilla, los demócratas: colectivos ciudadanos, asociaciones, plataformas y partidos como IU-Astorga o Podemos que deberíamos converger en base a reglas de nueva política con las que disputar el poder a la vieja política. Democracia contra oligarquía, esa es la cuestión.Y en mi humilde opinión, creo que deberíamos oponer al régimen un contrapoder creativo y en positivo. Un contrapoder en base a las reglas de la nueva política ciudadana. Con un programa de acción común netamente republicano, que tenga por bandera la profundización en la democracia y la participación, la total transparencia, la limpieza en los procesos de empleo público y en la contratación pública, la virtud de los representantes públicos y en definitiva, la defensa de lo común.
Porque república no es tan solo elegir democráticamente al Jefe del Estado, que también. República es mucho más y en Astorga nos toca también ir creando pedacitos de república. De la república del Siglo XXI, la que Astorga y España necesitan para salir de las crisis.
Elblogdechemajanez.blogspot.com
jmjanezf@gmail.com
* Para muestra, sirva poner como ejemplo el apoyo del PSOE de Astorga a Pedro Sánchez para “renovar” cosméticamente el socialismo, pues este candidato ha mostrado su apoyo explícito a la Monarquía y a la reforma del artículo 135 de la Constitución que subordina todo el gasto público al pago de la deuda y sus intereses.