A la tercera tampoco fue la vencida
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Los miembros de la Policía Judical, acompañados por un equipo de psicólogos y trabajadores sociales de Cruz Roja, que se personaron este viernes a las 14,30 horas en Sueros de Cepeda, inclinaron de nuevo la balanza a favor de Julio. Después de una hora en el interior de la casa donde el niño vive con sus tíos paternos desde hace seis años, los profesionales decidieron que no se va, "no es el momento y más en un día como hoy, fin de curso, en el que el niño tendría que estar disfrutando, visto que ha sacado dos sobresalientes y el resto notables, y no sufriendo esta agonía que está pasando", manifestó el portavoz de los vecinos, Juan Pedro Cabezas.
La noticia de que Julio, de momento, se queda, produjo una enorme alegría entre los numerosos vecinos que desde poco antes de las 14 horas comenzaron a concentrarse en la calle donde vive el menor. Es la tercera vez en la que el bienestar del niño prevalece sobre la ejecución de la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria de 5 de julio de 2013, que dio la custodia a los abuelos maternos, basándose en los informes de los psicólogos que estiman que el cambio pemitirá al menor crecer "sin odio". La familia paterna la ha recurrido ante el Tribunal Supremo.
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Sueros de Cepeda volvió a demostrar de manera pacífica el cariño que siente por un niño que en mayo de 2009 vio cómo su padre, natural de la localidad cepedana, era asesinado en Mataporquera (Cantabria), un hecho por el que la madre fue condenada a 18 años de cárcel por probarse su participación. De la conmoción vivida en el pueblo por aquel hecho, ha surgido el apoyo incondicional que muestran a Julio, perfectamente integrado y feliz, que reitera una y otra vez ante los agentes de la Policía Judicial que traen la orden de ejecutar la sentencia, de que no se quiere ir del lado de su familia paterna. Los vecinos no se movieron de la calle hasta constatar que el menor no se iba, como hicieron el pasado 13 de abril. Los habitantes de Sueros de Cepeda constituidos en una plataforma, mantendrán la movilización que emprendieron hace más de dos meses en apoyo del niño, ya llevan más de 50.000 firmas recogidas.
Durante la espera, desde que la Policía Judicial entró en la casa hasta que salió sin Julio, una portavoz de la familia leyó una carta escrita por el niño en la que pedía ayuda a los nuevos reyes de España "para que me dejen quedar donde yo quiero estar. Mi pueblo es Sueros y aquí me quiero quedar", decía en el escrito que comenzaba diciendo que "sé que los reyes son los padres, yo no tengo padre, mis reyes son los reyes Felipe y Letizia", a quienes dirigió sus petición.
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La plataforma en apoyo del niño sostiene que "la sentencia es un despropósito" y le está causando un daño irreparable, "es una sentencia que se hace desde la distancia, que no se han preocupado de evaluar la situación real de Julio, lo cual es dramático", argumentó el representante de la plataforma, Miguel Ángel Álvarez, quien subrayó que el dictamen de la Audiencia Provincial de Cantabria tiene lagunas procesales, "como que no se ha evaluado la idoneidad de los abuelas para asumir la educación de Julio y otra es que no ha venido ningún equipo social aquí in situ a evaluar la situación de bienestar" del niño. Según Miguel Ángel Álvarez, "el verdadero drama de Julio es que la Justicia no le escucha"
La consejera de Familia, Milagros Marcos, señalaba este viernes en Astorga que sobre la ausencia de un dictamen de un equipo psicosocial que valorara la situación del niño, la Consejería lo único que puede hacer es acatar la sentencia. Ante esta afirmación, el portavoz manifestó que "la Junta podría haber hecho mucho más, ¿por qué no ha enviado un equipo psicosocial por un problema económico, por desidia judicial, por desinterés?".
Los miembros de la Policía Judical, acompañados por un equipo de psicólogos y trabajadores sociales de Cruz Roja, que se personaron este viernes a las 14,30 horas en Sueros de Cepeda, inclinaron de nuevo la balanza a favor de Julio. Después de una hora en el interior de la casa donde el niño vive con sus tíos paternos desde hace seis años, los profesionales decidieron que no se va, "no es el momento y más en un día como hoy, fin de curso, en el que el niño tendría que estar disfrutando, visto que ha sacado dos sobresalientes y el resto notables, y no sufriendo esta agonía que está pasando", manifestó el portavoz de los vecinos, Juan Pedro Cabezas.
La noticia de que Julio, de momento, se queda, produjo una enorme alegría entre los numerosos vecinos que desde poco antes de las 14 horas comenzaron a concentrarse en la calle donde vive el menor. Es la tercera vez en la que el bienestar del niño prevalece sobre la ejecución de la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria de 5 de julio de 2013, que dio la custodia a los abuelos maternos, basándose en los informes de los psicólogos que estiman que el cambio pemitirá al menor crecer "sin odio". La familia paterna la ha recurrido ante el Tribunal Supremo.
Sueros de Cepeda volvió a demostrar de manera pacífica el cariño que siente por un niño que en mayo de 2009 vio cómo su padre, natural de la localidad cepedana, era asesinado en Mataporquera (Cantabria), un hecho por el que la madre fue condenada a 18 años de cárcel por probarse su participación. De la conmoción vivida en el pueblo por aquel hecho, ha surgido el apoyo incondicional que muestran a Julio, perfectamente integrado y feliz, que reitera una y otra vez ante los agentes de la Policía Judicial que traen la orden de ejecutar la sentencia, de que no se quiere ir del lado de su familia paterna. Los vecinos no se movieron de la calle hasta constatar que el menor no se iba, como hicieron el pasado 13 de abril. Los habitantes de Sueros de Cepeda constituidos en una plataforma, mantendrán la movilización que emprendieron hace más de dos meses en apoyo del niño, ya llevan más de 50.000 firmas recogidas.
Durante la espera, desde que la Policía Judicial entró en la casa hasta que salió sin Julio, una portavoz de la familia leyó una carta escrita por el niño en la que pedía ayuda a los nuevos reyes de España "para que me dejen quedar donde yo quiero estar. Mi pueblo es Sueros y aquí me quiero quedar", decía en el escrito que comenzaba diciendo que "sé que los reyes son los padres, yo no tengo padre, mis reyes son los reyes Felipe y Letizia", a quienes dirigió sus petición.
La plataforma en apoyo del niño sostiene que "la sentencia es un despropósito" y le está causando un daño irreparable, "es una sentencia que se hace desde la distancia, que no se han preocupado de evaluar la situación real de Julio, lo cual es dramático", argumentó el representante de la plataforma, Miguel Ángel Álvarez, quien subrayó que el dictamen de la Audiencia Provincial de Cantabria tiene lagunas procesales, "como que no se ha evaluado la idoneidad de los abuelas para asumir la educación de Julio y otra es que no ha venido ningún equipo social aquí in situ a evaluar la situación de bienestar" del niño. Según Miguel Ángel Álvarez, "el verdadero drama de Julio es que la Justicia no le escucha"
La consejera de Familia, Milagros Marcos, señalaba este viernes en Astorga que sobre la ausencia de un dictamen de un equipo psicosocial que valorara la situación del niño, la Consejería lo único que puede hacer es acatar la sentencia. Ante esta afirmación, el portavoz manifestó que "la Junta podría haber hecho mucho más, ¿por qué no ha enviado un equipo psicosocial por un problema económico, por desidia judicial, por desinterés?".