Manuel Jesús Álvarez García
Martes, 24 de Junio de 2014

El Atlético Astorga real y las falsedades del señor César F. Buitrón

En relación con el artículo firmado por César F. Buitrón publicado en varios medios digitales, entre ellos Astorga Redacción,  bajo el título 'De cero a infinito en cuatro años', es necesario realizar una serie de puntualizaciones que aporten criterio al pobre argumentario utilizado por el autor en el mismo, una pobreza quizá basada en el desconocimiento y las prisas que se producen al tener que firmar un artículo sobre algo que, por lo que se ve, desconoce profundamente.

 

Dice el autor sobre la situación del Atlético Astorga: “Recién recuperada la Tercera División, pero en una situación económica penosa y sin el respaldo social que una década atrás habían tenido los de La Eragudina, el Atlético Astorga, el mismo que ahora ilusiona a toda una comarca, se debatía entre la vida y la muerte, muy cerca de esta última”.

 

Olvida el autor que la Tercera división se había recuperado hacía dos temporadas, el Club había competido dignamente en la misma con un equipo formado en su gran parte por jugadores criados en la cantera y deportivamente estaba asentado en la categoría, con algunos de los jugadores que  incluso  han conseguido la gesta del ascenso a 2ª B.

 

 La deuda del Club era de cero euros, no sé si eso es lo que entiende el autor como “penoso”, y se  contaba con el apoyo social de cerca de 800 socios de pago que conformaban la cifra más alta en la masa social del Club, jamás alcanzada hasta ese momento. Recordarle  al  autor que sólo dos años antes la masa social apenas era de 180 socios.  Apoyo social que mostró su poderío en desplazamientos de más de 6 autobuses de aficionados  a localidades vecinas como La Bañeza, Benavente o Tordesillas… o los 2.000 que acudieron al campo el día del ascenso a Tercera división, aunque lógicamente, al autor por esos días seguramente le hubiese costado ubicar dónde se encontraba La Eragudina, y si la hubiese encontrado, lo mismo no lo habría reconocido por el profundo cambio que ya habían sufrido las instalaciones y el césped por aquellas fechas, gracias al esfuerzo del Ayuntamiento de Astorga y el Consejo Superior de Deportes. A todo esto, me imagino,  es a lo que se refiere el señor Buitrón como a un Club  “sin respaldo social”.

 

Señor Buitrón, usted sabe, por experiencia personal y profesional,  que pasar del cero al infinito en un mundo como el del deporte no es posible. Para llegar al infinito hay que subir los peldaños de uno en uno, y es el Atlético Astorga un Club que lleva dando pasos pequeños pero seguros durante bastantes años. Es normal que usted no conozca ni a Leandro Simón, al que se acudió como última opción  para que el Club no desapareciese y que renovó  un equipo con chavales de Astorga que pelearon dignamente por el ascenso a Tercera División, el cual  se escapó en el último suspiro; ni a Pepe Guzmán, al que también se acudió cuando el Club estaba en fase terminal, con los abrojos campando a sus anchas sobre la actual alfombra de La Eragudina, y que él solo, sin directiva, evitó en un año de transición la desaparición del Atlético; ni a Jorge Alija, que igual que todos los anteriores también cogió el Club cuando no se había presentado nadie e iba a desaparecer, y que logró renovar las estructuras del mismo con un apoyo social inimaginable, demostrando en su eficaz gestión que se puede soñar con crecer aun siendo un Club muy pequeño. Con él se consiguió el ascenso y consolidación en la Tercera División con un apoyo social importante y que ha funcionado como base sólida para el actual éxito de nuestro equipo. ¿Es a esto a lo que usted denomina partir de cero?

 

A estos presidentes y directivas recientes, y a muchos otros  anteriores, no es necesario que los conozca, porque me imagino que bastante tuvo el feliz sábado 21 de junio con encontrar el campo de fútbol  y saber distinguir que “los verdes” eran los de casa y los de rojo los de  Laredo. Pero al menos, antes de ponerse a juntar letras de cualquier manera delante del folio en blanco, documéntese como periodista que es.

 

Para loar y destacar la excelente labor de Sagrario González y su directiva, no hace falta novelar  mentiras, ni agrandar su gestión basándose en falsedades y bazofia que pueden molestar, y han molestado de hecho, a gente que ha trabajado mucho por nuestro Club. La brillante labor de Sagrario, reconocida por toda la ciudad,  se defiende sola, consiguiendo el mayor hito deportivo del Atlético en sus casi cinco lustros de decurso, y la historia del mismo le reserva ya, no cabe duda alguna, el lugar privilegiado  que se merece. Pero si este Club ha sido grande, y la ciudad de Astorga lo sabe, es por la suma del trabajo de mucha gente…

 

Señor Buitrón, no toque de oído, sea serio, ponga en valor sus propios artículos trabajando mejor las fuentes, ya que si no, corre el peligro de perder el prestigio que se ha ganado durante  mucho tiempo como periodista y convertirse en un twittero (o como se escriba) de poca monta… y eso sí que sería “penoso” e imposible de rescatar.

 

Me despido apoyándome en un fragmento de un artículo a modo de cita: “Pocas cosas hay más peligrosas que utilizar la historia como arma arrojadiza de iletrados. La historia, como la economía, debería estar en manos de profesionales independientes que no tuvieran la tentación de convertir sus veleidades en verdades absolutas”.

 

La frase bien podría ser de Séneca, Keynes, o incluso Raúl del Pozo, pero ¡qué casualidad! Es de usted, de César F. Buitrón. Aplíquese el cuento, por favor.

 

Atentamente.

Manuel Jesús Álvarez García. Socio número 121 del Atlético Astorga.

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