Tres, dos, uno... ¡acción!
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M.A. Reinares / Astorga
El Cine Velasco abre hoy sus puertas a la magia del celuloide. La coqueta sala de la Calle Alonso Garrote vuelve de la mano de 'Proyecfilm', una empresa salmantina dedicada a llevar los estrenos cinematográficos a las pantallas de las poblaciones medianas y pequeñas del oeste de España. La renovación realizada ha sido de calado: se ha cambiado el sistema de sonido y el sistema digital permite la proyección de los títulos que están en las carteleras del mundo. Las propuestas para este fin de semana son 'El lado bueno de las cosas', que se emite hoy y mañana a las 22,30 horas, el domingo se podrá ver a las 20 horas y el lunes, a las 21; y 'Un mundo de fantasía. El Mago de Oz' se proyectará hoy y mañana a las 17 y 20 horas, y el domingo sólo a las 17 horas.
"Somos una empresa familiar que nos dedicamos al cine en los pueblos. Astorga es el núcleo de población más grande donde hemos abierto una sala", asegura Alberto Fuentes, miembro de la empresa. La apuesta de 'Proyecfilm' por la ciudad es importante, ahora toca responder a los astorganos y los vecinos de las comarcas cercanas, "la gente está muy animada pero lo más importante" es que apoye la iniciativa llenando la sala cada fin de semana, señala Fuentes.
La tradición cinéfila de los astorganos ha estado siempre muy arraigada. El 'Velasco' empezó siendo teatro allá por el año 1911 y no fue hasta los años 20 del siglo pasado cuando se convirtió en cine. Después llegaron las salas del Manuel Gullón, el Tagarro, el Capitol, el Asturic, sin olvidar que los colegios de la ciudad hacían cantera con sus propias sesiones para los escolares y el Club 'Jastor' trajo a la ciudad el expresionismo alemán, como recordó Miguel Ángel Cordero en un artículo publicado en la revista Argutorio en el año 2002. La afición también la cultivaron algunos curas en los pueblos. Es el caso de Esteban Carro Celada que, cargado con las cintas y el proyector, llevaba la imagen en movimiento a sus parroquianos de La Cepeda.
Se echaba de menos el cine en Astorga, la ciudad que se enorgullece de tener el festival de cortometrajes, que puntualmente llega cada mes de septiembre de la mano de su director, Luis Miguel Alonso Guadalupe.
M.A. Reinares / Astorga
El Cine Velasco abre hoy sus puertas a la magia del celuloide. La coqueta sala de la Calle Alonso Garrote vuelve de la mano de 'Proyecfilm', una empresa salmantina dedicada a llevar los estrenos cinematográficos a las pantallas de las poblaciones medianas y pequeñas del oeste de España. La renovación realizada ha sido de calado: se ha cambiado el sistema de sonido y el sistema digital permite la proyección de los títulos que están en las carteleras del mundo. Las propuestas para este fin de semana son 'El lado bueno de las cosas', que se emite hoy y mañana a las 22,30 horas, el domingo se podrá ver a las 20 horas y el lunes, a las 21; y 'Un mundo de fantasía. El Mago de Oz' se proyectará hoy y mañana a las 17 y 20 horas, y el domingo sólo a las 17 horas.
"Somos una empresa familiar que nos dedicamos al cine en los pueblos. Astorga es el núcleo de población más grande donde hemos abierto una sala", asegura Alberto Fuentes, miembro de la empresa. La apuesta de 'Proyecfilm' por la ciudad es importante, ahora toca responder a los astorganos y los vecinos de las comarcas cercanas, "la gente está muy animada pero lo más importante" es que apoye la iniciativa llenando la sala cada fin de semana, señala Fuentes.
La tradición cinéfila de los astorganos ha estado siempre muy arraigada. El 'Velasco' empezó siendo teatro allá por el año 1911 y no fue hasta los años 20 del siglo pasado cuando se convirtió en cine. Después llegaron las salas del Manuel Gullón, el Tagarro, el Capitol, el Asturic, sin olvidar que los colegios de la ciudad hacían cantera con sus propias sesiones para los escolares y el Club 'Jastor' trajo a la ciudad el expresionismo alemán, como recordó Miguel Ángel Cordero en un artículo publicado en la revista Argutorio en el año 2002. La afición también la cultivaron algunos curas en los pueblos. Es el caso de Esteban Carro Celada que, cargado con las cintas y el proyector, llevaba la imagen en movimiento a sus parroquianos de La Cepeda.
Se echaba de menos el cine en Astorga, la ciudad que se enorgullece de tener el festival de cortometrajes, que puntualmente llega cada mes de septiembre de la mano de su director, Luis Miguel Alonso Guadalupe.