El universo creativo de Castorina en el documental 'Un pasado sin lágrimas'
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Castorina y su universo de maternidades en piedra recorrieron la pantalla del Cine Velasco en la noche de este miércoles. Amando Casado, Jesús Palmero y Senén García de Longoria, acompañados de Victorina Alonso y de la propia artista, presentaron el documental ‘Un pasado sin lágrimas’.
La obra en blanco y negro de factura astorgana comienza con una imagen maternal de la artista con respecto a su obra, se trata de las manos de Castorina que gestan y acarician, al tiempo que giran y hacen girar, una pequeña escultura de una cara. Es una danza muy sugerente sobre la gestación de la obra. En otras tres ocasiones en las que Castorina se encuentra con otros artistas va a ocurrir una cosa parecida. El documental refleja las transformaciones que acaecen a los escultores Tadanori Yamaguchi y Amancio González. También Senén García confiesa haber llegado a esa armonía común que expresa el arte, a partir de las manifestaciones y aficiones tempranas de Castorina por la música. Uno se encuentra con alguien así y ya no vuelve a ser el mismo, se va transformado.
Las imágenes que van sucediéndose narran una breve biografía de Castorina. La muerte de su hijo es un punto de inflexión para su forma de entender la vida y su quehacer, y su arte (“Tenía tanto miedo de acercarme a la forma”). Entonces nada hubiera muerto y se alcanza una disposición generatriz generalizada que conduce a la estatuilla del principio del film, la cual se acariciaba entre sus manos. La música de Senén manifiesta estos momentos de manera dramática.
En el documental también se cuenta el proceso de fabricación de la maternidad situada en la plaza del Obispo Alcolea, en Astorga. La pieza ha crecido de tamaño, se ha vuelto desmesurada, necesita la caricia de más manos, “un siglo de manos” comandadas por las del escultor Amancio.
El video finaliza con la voz en Off de Gamoneda, leyendo el poema que dedicó a la artista y que concluye con el verso que le da título: ‘Un pasado sin lágrimas’.
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Castorina y su universo de maternidades en piedra recorrieron la pantalla del Cine Velasco en la noche de este miércoles. Amando Casado, Jesús Palmero y Senén García de Longoria, acompañados de Victorina Alonso y de la propia artista, presentaron el documental ‘Un pasado sin lágrimas’.
La obra en blanco y negro de factura astorgana comienza con una imagen maternal de la artista con respecto a su obra, se trata de las manos de Castorina que gestan y acarician, al tiempo que giran y hacen girar, una pequeña escultura de una cara. Es una danza muy sugerente sobre la gestación de la obra. En otras tres ocasiones en las que Castorina se encuentra con otros artistas va a ocurrir una cosa parecida. El documental refleja las transformaciones que acaecen a los escultores Tadanori Yamaguchi y Amancio González. También Senén García confiesa haber llegado a esa armonía común que expresa el arte, a partir de las manifestaciones y aficiones tempranas de Castorina por la música. Uno se encuentra con alguien así y ya no vuelve a ser el mismo, se va transformado.
Las imágenes que van sucediéndose narran una breve biografía de Castorina. La muerte de su hijo es un punto de inflexión para su forma de entender la vida y su quehacer, y su arte (“Tenía tanto miedo de acercarme a la forma”). Entonces nada hubiera muerto y se alcanza una disposición generatriz generalizada que conduce a la estatuilla del principio del film, la cual se acariciaba entre sus manos. La música de Senén manifiesta estos momentos de manera dramática.
En el documental también se cuenta el proceso de fabricación de la maternidad situada en la plaza del Obispo Alcolea, en Astorga. La pieza ha crecido de tamaño, se ha vuelto desmesurada, necesita la caricia de más manos, “un siglo de manos” comandadas por las del escultor Amancio.
El video finaliza con la voz en Off de Gamoneda, leyendo el poema que dedicó a la artista y que concluye con el verso que le da título: ‘Un pasado sin lágrimas’.
