Miércoles, 20 de Marzo de 2013

Actuaciones de las administraciones en el área quemada

Redacción / Tabuyo

La variedad de Pinus Pinaster que ocupa estos momentos es de carácter endémico y presenta diferencias significativas respecto de otras procedencias naturales de la especie en la Península que se concretan en una especial adaptación a la regeneración post-fuego, gracias a su alto porcentaje de piñas serótinas que determina un cuantioso banco de semillas aéreas que se moviliza con incendio y a su precocidad. Se estima que en los pinares públicos el 70 por ciento se va a regenerar naturalmente y el 30 por ciento restante se realizará mediante acciones de reforestación en la fase inicial.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en colaboración con otras administraciones, como el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la CHD y los ayuntamientos de la zona, ha coordinado un plan basado en tres pilares fundamentales con medidas de carácter urgente, de restauración y reorganización, y de fomento y revitalización socioeconómica de la zona.

Medidas urgentes de extracción de la madera quemada y contra plagas y erosiones

A lo largo del otoño, se han planificado y puesto en marcha medidas de absoluta urgencia con personal técnico de la Consejería y de la CHD encaminadas al control de la erosión. Para ello, se ha elaborado una cartografía de detalle para analizar las características de la superficie quemada y su posible regeneración, se han tomado muestras de las semillas y se ha analizado el tipo de propiedad de los montes.

La primera medida de cara a la restauración ha sido el Plan de Extracción de la madera quemada para evitar el riesgo de plagas y favorecer la regeneración. En noviembre se realizó la subasta conjunta y se adjudicó casi el 90 % de cerca de medio millón de metros cúbicos de la madera licitada alcanzando un valor global de 2,2 millones de euros, un 10 % por encima del precio de salida. El destino de este dinero son los propietarios de los montes. 

Extracción del 20 por ciento de la madera quemada y 100 vehículos actuando en la zona

A finales del año pasado se iniciaron los trabajos de extracción de la madera quemada habiéndose apeado y extraído el 20 por ciento del total, se ha retirado unas 1.500 hectáreas de madera. En estos momentos trabajan en la zona casi 100 máquinas y vehículos, en concreto, 20 procesadoras encargadas de cortar, desramar y tronzar la madera, 18 autocargadores encargados de la extracción y 60 camiones que diariamente salen de la zona a los centros de transformación o distribución, algunos situados en Cantabria, Soria o Galicia. El incremento en la demanda de madera regional está posibilitando destinos muy diferentes para la madera cortada. Las mejores piezas se están destinando a la industria del embalaje y la construcción, aunque la mayor parte tiene como objeto la transformación en fábricas de tableros y en aprovechamientos bioenergéticos.

Control de plagas y de erosión con albarradas y 15.000 plantas de contención

Una de las medidas más urgentes acometidas en la zona del incendio es el control de plagas y contra el riesgo de erosión. En cuanto al control de plagas, se está monitorizando por técnicos de la Consejería con análisis de la masa forestal y estaciones de control de densidad de insectos. Las conclusiones de estos análisis están determinando la forma de proceder en la extracción de la madera quemada.

Respecto al riego de erosión, y en colaboración con la CHD, se están acometiendo acciones correctoras mediante la construcción de albarradas. Se trata de pequeños diques construidos con troncos de madera procedentes del incendio que se cortan, trocean, y apilan logrando una estabilidad transversal mediante el empleo de los mismos restos de troncos, que se clavan en el terreno o se utilizan como contrafuerte. Mediante estos diques se frena el arrastre del suelo y materiales sueltos. Esta actuación cuenta con una inversión de 700.000 euros. Se han instalado 51 albarradas vegetales de hasta 1,2 metros de altura y diferentes anchuras.

Además, se han colocado 15.000 plantas de vegetación de ribera autóctona de tamaños entre 1,5 y 3 metros de altura, suministradas por los viveros de la CHD y que totalizan actuaciones en más de 20 hectáreas. También se ha procedido a la limpieza y eliminación de coníferas y preparación y mejora de robles y sauce. Estos tratamientos de limpieza equivalen a unas 30 hectáreas. También se contemplan actuaciones de limpieza de pasos de agua, construcción de badenes y de puntos de agua que facilitarán la extinción de incendios futuros.

Casi 10 millones de euros de la Junta y el Ministerio para la restauración

Desde finales del año pasado se está avanzando en el diseño de la restauración que debe ir adecuando sus pasos a las primeras estimaciones sobre la evolución de la regeneración natural. No obstante, ya se han efectuado análisis sobre la cantidad de piñón presente en el suelo su viabilidad. Aunque no se dispone de datos definitivos, se estiman entre 70.000 y 500.000 piñones por hectárea, según las zonas con porcentajes de viabilidad por encima del 80 por ciento. Este dato indica que la regeneración natural será esencial en la mayor parte de la superficie quemada.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y el MAGRAMA han confirmado la aportación de casi 10 millones de euros, en concreto, 9.773.796 euros, financiados al 50 por ciento, para la restauración de la zona quemada. Esta inversión se irá invirtiendo en diversas actuaciones de restauración y adecuación de la zona afectada por el incendio, en materias como corrección de la erosión, retirada de restos, reforestación, defensa contra incendios y plagas forestales, restauración de infraestructuras, así como adecuación con trabajos silvícolas de los aprovechamientos resineros, de gran interés social. El MAGRAMA ya ha elaborado una declaración de emergencia para dar inicio a los trabajos y ha acordado su ejecución con diversas empresas, aunque la coordinación de los trabajos es de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. La primera acción se iniciará en la primavera de 2013 prolongándose hacia el 2016, debiendo alargarse de forma continuada hasta el 2026. Se pretende reorganizar la masa forestal, acciones de restauración vegetal, corrección de erosiones y de defensa de las infraestructuras viarias, fomento y recuperación de la fauna y acciones de defensa preventiva contra los incendios forestales.


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