La coronación de la Virgen del Castro se convirtió en una expresión multitudinaria de la devoción popular

La Virgen del Castro ha sido coronada canónicamente ante una multitud de fieles que abarrotó la Catedral. La Madre pegrina regresa este domingo al santuario de Castrotierra después de la celebración solemne que se convirtió en una expresión de la devoción popular y un reconocimiento oficial por parte de las autoridades eclesiásticas de que la Virgen tiene un valor especial en la comunidad de la Iglesia. 

La corona imperial con aureola en plata de ley dorada y en su color, y de estilo barroco,obra del maestro joyero José Manuel Santos, fue colocada por el obispo, Camilo Lorenzo, nada más finalizar la homilía. Primero fue coronado el Niño y después la Madre con los símbolos reales que portaron hasta el altar mayor el presidente de los Procuradores de la Tierra, Jesús Nistal, y la primera mujer procuradora en la historia, la representante de Celada de la Vega Charo de la Fuente. Treinta y ocho años después de que desapareciera la corona, los Procuradores de la Tierra han regalado a Nuestra Señora de Castrotierra el símbolo de reina.

Una de las partes destacadas de la misa solemne, en la que el obispo impartió la bendición papal y la indulgencia plenaria, corrió a cargo de la Coral Excélsior de Astorga, que cantó la 'Misa de Angelis' del compositor de Santa Marina del Rey, José María Álvarez. La misa fue concelebrada por el obispo emérito de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero.

Una vez finalizada la celebración, la Virgen salió en procesión de la Catedral acompañada por las cruces de los pueblos y la cohorte de sacerdotes que concelebraron la misa, para dirigirse al convento de Sancti Spiritus donde las monjas de clausura la preparan para que este domingo realice el camino de vuelta al templo de la Valduerna. La corona no quedará en Castrotierra sino que este domingo se depositará en el Museo de los Caminos de Astorga.