Laura Suárez Cuervo
Lunes, 20 de Octubre de 2014

Lo público y la crisis

El gobierno da por terminada la crisis. Ya son muchos años llamando crisis a este montaje neoliberal. Pero el desmantelamiento de lo público continúa.

 

Día a día en nuestros pueblos y ciudades continúan los desahucios, prevaleciendo el interés económico de los bancos al derecho constitucional a una vivienda digna. Cierran habitaciones y hospitales enteros, suprimen especialidades en los centros como el de Astorga, y en definitiva privatizan la sanidad. La educación es cada vez más elitista, los colegios públicos no interesan y se reducen los presupuestos, mientras se invierte dinero en colegios privados, concertados y religiosos que segregan por sexo y clase social. Las becas han dejado de ser un derecho universal y el acceso a los servicios sociales, por otra parte, está cada vez más dinamitado.

 

Y qué decir de la comunicación, esa que está en manos de los grandes capitales, que nos cuentan lo que quieren y como quieren.Todo es asustar, entretener y no pensar en lo importante: el Rey dimite, el presunto pederasta de Ciudad Lineal, el ébola, las tarjetas negras, la convocatoria para el 9-N de Artur Mas, el alarmante esfuerzo de los medios de comunicación masivos para presentar el éxito de Podemos y Pedro Sánchez repartiendo sonrisas.

 

¿Entonces, es el fin de la crisis? El capitalismo es cíclico y para mantenerse ahora necesitan nuevos argumentos. Nos vienen hablando de libertad y justicia, privatizando a diestro y siniestro. Nos hablan de productos: la educación como producto, la sanidad como producto, la comunicación también... Es pura ideología. Sencillamente sus intereses individuales se continúan poniendo por encima de los colectivos. Y siempre ganan las mismas personas.Ya se sabe quiénes se llevan el pastel, ya llevan muchos años ahí, se les reconoce, y a sus familias que también participan de lo público. Acumulan capital a costa de la gente trabajadora, esa a la que engañan y manipulan. Hacen carrera a costa de lo público y cuando terminan tienen un puesto en alguna empresa que han privatizado o de algún amigo capitalista al que han echado un cable durante sus años en el poder.

 

La ideología neoliberal está aquíy vino para quedarse. Por ello es importante que toda la gente lo tenga claro. No nos podemos seguir dejando engañar y manipular por quienes dirigen nuestros derechos y nuestras vidas. Tenemos que recuperar y reconstruir lo público, lo de toda la gente, desde abajo. Es tiempo de ver quien tiene mayor fuerza, el capitalismo neoliberaly sus beneficios privados o la razón de las personas por el bienestar común, y eso empieza trabajando en la calle, los barrios, los pueblos, y se ve en todas las instituciones de carácter público.

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