Eloy Rubio
Sábado, 15 de Noviembre de 2014

"La emigración fue muy importante porque éstas eran unas tierras de pan llevar y de ovejas"

Entrevistamos a Julia Gómez Prieto, descendiente de Astorga, que en los últimos años se ha dedicado a recuperar la memoria de su familia emigrada a Argentina, sobre todo, del escritor Ignacio Prieto del Egido y Santiago Alonso Criado, a quienes se les ha rendido un homenaje este viernes. Graduada en Turismo por la Universidad de Deusto, Julia Gómez Prieto es también doctora en Historia Moderna por la misma universidad y diplomada en Marketing Estratégico aplicado al Turismo en la George Washington University. Su vida ha estado estrechamente relacionada con la docencia, auqnue entre 1992 y 1995 desempeñó el cargo de directora general de Turismo del Gobierno Vasco. Escritora, investigadora y consultora, es profesora emérita de la Universidad de Deusto.

 

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Dos personajes astorganos, Ignacio Prieto del Egido y Santiago Alonso Criado, ambos productos de la emigración. Prieto del Egido ‘sufre’ esa emigración en Argentina, donde se hace escritor. Santiago Alonso Criado viene a ser el cónsul en una pequeña ciudad de provincias. ¿Cuáles son las causas y/o los orígenes de esta presencia tan importante de Argentina en Astorga y la Maragatería?   

 

La Maragatería y en general Castilla siempre han sido zonas de pobreza y luego vino una crisis horrorosa -preludio de la Primera Guerra Mundial- la del 98 , fue terrible.. Esto fue por lo que mi abuelo perdió el negocio que tenía aquí, que había sido antes de su suegro, entonces se marchó junto con su hijo a la Argentina. Que se fueran los dos es una cosa que yo no sabía. Fue a partir de 1850 cuando empezó a irse la gente a Argentina, pero se quedaban todos por Buenos Aires, mientras que el resto del país estaba lleno de animales porque cuando se marcharon los españoles a mediados del siglo XVII no se llevaron los caballos ni  las cabras ni nada, las dejaron allí; y cuando al cabo de un siglo volvió a aparecer más gente se encontraron con unas manadas de hasta tres millones de caballos, y se dijeron qué hacemos, 'pues que venga gente, no para llevárselos, sino a trabajar con ellos'. Entonces fueron por Europa y pidieron gente católica; se fueron a Baviera, a Austria, se fueron a Bélgica, a Francia etc., y les dieron cuotas de migración. ¿Qué pasó? Que no querían a los españoles, pero pasaron los años y la gente no acudía en la medida que habían esperado, porque no había tantos necesitados como en España. Entonces abrieron la mano y dijeron: 'vale, pues italianos y españoles que vengan también'. Fueron, no sé si en 10 años, unos 3 millones. Y entonces instalaron un consulado en los sitios más pobres, Y como mi tío había estado en Argentina, conocía perfectamente el tema. Había trabajado para el gobierno argentino y en pago a sus trabajos y desvelos le encargaron ponerse al frente del consulado de Astorga.

 

 

Y así fue como emigró Santiago Alonso Criado.


Mi tío Santiago era de Quintanilla de Somoza, eran seis hermanos dos chicas y cuatro chicos y el padre tenía tierras, pero pensó que no era un futuro para los hijos dejarlos con las tierras y los mandó estudiar fuera, así que se fueron a Madrid y a Salamanca y cada uno se hizo una carrera; los dos mayores abogados, mi tío ingeniero agrónomo y el pequeño médico; y se marcharon en dos tandas los cuatro; Matías, el mayor que había estudiado en Salamanca leyes y debía de tener un piquito de oro y era listísimo, llegó a ser secretario personal de Emilio Castelar, y cuando fue el pronunciamiento de Pavía en el que cayó la primera República, se marchó con él, con Castelar a América por si las moscas y más tarde se llevó consigo al segundo hermano a Buenos Aires, y allí se quedaron ya. Diez años más tarde fueron los dos pequeños, que eran tío Santiago y el más pequeño que era el médico, pero ambos se fueron por el río Paraná arriba hasta acabar en Santafé; Daniel se casó con una emigrante de los Bionet, y acabó de médico fundando un hospital, y a Santiago el gobierno de Santa Fe le encargo para medir el Chaco, una zona pantanosa llena de indios que la querían urbanizar y venderla en lotes. Estuvo 10 años y cuando acabó dijo que él se venía para casa. Ya aquí, se enamoró de una hermana de mi abuela y se casaron y vivieron aquí porque ésta era la casa de mis abuelos. 


La emigración fue muy importante porque estas eran unas tierras de pan llevar y de ovejas. 

 


En un artículo publicado el 19 de julio de 1966, en el ‘Pensamiento Astorgano’, Prieto del Egido cuenta los inicios de la migración Maragata a la Patagonia; hace público el bando de 1778 que incita la emigración a Carmen de Patagones. Allá tuvieron una presencia social importante…Prieto del Egido debió de ser un inmigrante de la última hornada ¿Cómo fue acogido a su llegada? ¿Qué redes sociales maragatas o leonesas pudieron ayudarle en su integración?

 

Tuvieron una buena acogida porque él y su padre no fueron de pobres sino que cuando llegaron allí se encontraron con los hermanos de tío Santiago y a todos los recibieron muy bien, a Ignacio le pusieron de contable en un banco, cosa que él odiaba porque no le gustaban nada las cuentas, y a mi abuelo le pusieron también de encargado en unos almacenes que tenía su hermano Manuel. O sea que no fueron de pobres, fueron a tiro fijo.

 

 

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Por otra parte no deja de parecer un ‘raro’, pues, ¿por qué al igual que Germán, el personaje de La Novela de la Patagonia, pone distancia con esas redes de acogida y se va a vivir a las inhóspitas comarcas de Neuquen y Chubut, donde Julio Barcos, visitador de escuelas, lo describirá como un ‘raro espécimen de bolichero y literato que hacía números y escribía versos de forma alternativa detrás del mostrador’?


Es una cosa muy personal, pues creo que Ignacio estaba un poco harto de la familia. Sus padres eran bastante mayores y tenía cinco hermanas siendo el único chico, entonces era un poco duro, cuando vino el cónsul que se casó con su tía Julia y que tampoco tuvieron hijos... Era una familia rica muy tradicional de pensamiento y de todo, y a él no le iba mucho, creo además que no se llevaba muy bien con su padre porque emigraron los dos juntos y no se volvieron a ver.

 


¿Qué tipo de vínculos mantuvo Prieto del Egido con sus orígenes astorganos?


Yo creo que durante unos cuantos años no muchos, porque se pasó 20 años solo en la Patagonia, cuando volvió a Buenos Aires ya había muerto su padre, en el año 27, y después vino a España en el año 52 con una idea de quedarse; pero aquí seguía Franco cosa que a él no le iba nada. Estuvo por España seis meses, dio varias conferencias, no vio ningún futuro ni en las ideas de España ni tampoco en la familia. Quedarse aquí era como quedarse en una casa de viejos.

 


Además de recopilatorios de cuentos, Prieto del Egido publica en 1945 la ‘Ciudad del futuro’. Se trata de una novela desconocida para nosotros. 


No, no creo que sea una novela, creo que es un artículo largo. Yo lo he tratado de buscar en las bibliotecas de Buenos Aires, y siempre me han respondido lo mismo: mire no se lo podemos mandar porque sólo está la portada y el resto está arrancado del libro. Así que sólo tengo la primera página. Tengo un pequeño artículo hablando de la ciudad del futuro, pero no tengo de la obra más que esa página primera.

 

 

Entonces, no sabe si es novela o qué es…

 

Creo que no es novela, yo creo que tenía unas 10 u 11 páginas, no tenía más…

 

 

Yo pensaba en una novela y lo que a mí su título me hacía era soñar en una ingeniería social de la estirpe de Platón o en una prospectiva del mundo futuro, pensaba en un Prieto del Egido muy vinculado con los problemas de La Pampa de su tiempo.


Solo dispongo de la primera hoja, pero fíjate, estamos hablando de Buenos Aires que ha sido siempre un galimatías terrible. Cuando llegó  Ignacio eran los años de la Boca, todo lleno de emigrantes, con mucha gritería y vociferío; me lo imagino muy peligroso, con pistola al cinto o escopeta de la mano, en aquel momento, o sea que la ciudad del futuro...

 


Entonces, la pregunta concreta, después de toda esa retórica era ésta: ¿Dejó de lado con esta novela el marchamo de ‘Literatura indigenista’? ¿Qué nos puede contar de ello?

 

Yo creo que no hizo nada indigenista más que 'La novela de la Patagonia'. Algunos de los  cuentos son bastante trágicos y luego escribió esa obrita de  teatro con el calificativo de teatro patagónico.

 

 

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Pero quería saber por su insistencia en lo argentino, parece un enamorado, un converso de La Patagonia salvaje. Los indios son ese eslabón hacia la vida en la maleza que en sueños acaso añorara…
Como poeta dio a la luz seis libros, el último de los cuales lleva el indicativo título de ‘Nieve volada, poemas patagónicos’ (1949). Prieto del Egido madura como hombre y como escritor en la Argentina, conoce bien las tribus y la cultura araucana, en cierto modo la admira, aprende su lengua, oficia de antropólogo y lleva sus modos de vida a esa Novela de la Patagonia. Esos amores patrios y culturales en comandita son los que gestan su ser más personal. Usted ha estado en la Argentina siguiendo sus pasos. No sabemos cómo se le ve allá ¿Cómo se lo valora? ¿En qué estima se le tiene?


Lo primero es  decir que ‘nieve volada’ es como llaman en la Patagonia al algaraceo de la nieve cuando principia a nevar, esa nieve que revuela con el viento. En ese poemario abunda el léxico de la Patagonia, de manera que su publicación debiera de incorporar un vocabulario.
En cuanto a la valoración actual de Ignacio del Egido en la Argentina es nula, es un desconocido. Ten en cuenta que la novela es del año 38. Sí, está en todas las principales bibliotecas del país, empezando por la Nacional, pero no lo conoce ya nadie…

 

 

Pero si la novela es significativa, y parece que lo es, de ese momento literario indigenista; y además con esa curiosidad que anticipa un quehacer novelístico muy actual, el de incorporar un tratadito antropológico sobre las costumbres araucanas dentro de la propia novela, podría ayudar a su recuperación, ¿no cree?


A mí me han propuesto el extraerla de la novela y hacer un librito aparte sobre los Tehuelches…

 

 

No sé, en la propia novela está muy bien metido ahí, pero bueno, no sé…
En cuanto a su obra ensayística y de opinión, encontramos títulos como ‘Guerra a la guerra’ (1930) ‘Consecuencias de una actitud belicista’ (1932). Además de una biografía sobre Bartolomé Mitre de marcado carácter implicatorio en la vida social y política de la Argentina en que vivió.
¿Qué relaciones tuvo con la política y la cultura argentina?

 
No sé mucho de esto, no estaba muy de acuerdo con cosas que pasaban, por ejemplo en 'Teatro Patagónico' tiene cuatro pequeñas obras, luego ha escrito una introducción a los problemas del teatro en la perspectiva actual etc. Era bastante crítico. Escribía para ‘Leoplán’, una revista medio ácrata y tenemos que suponer que de alguna manera estaría presente en los círculos de debate, por otra parte realiza esa biografía muy amable sobre Bartolomé Mitre, un militar regeneracionista que pensaba que las cosas se podían hacer de otra manera.
Se movía en círculos muy bohemios, pero de la bohemia elitista, por ejemplo era íntimo amigo de Quinquela Martín, un pintor de la Boca…

 

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- El otro homenajeado, Santiago Alonso Criado, era un inmigrante de vuelta. ¿Qué importancia tuvo en las comunicaciones entre los maragatos de acá y de allá? ¿Cómo fueron éstas? ¿En qué cosas se manifestaron? ¿Qué importancia tuvo su presencia y la del consulado en la vida astorgana y maragata del primer tercio del siglo XX?


Era un indiano. En cuanto a su intermediación en las comunicaciones, pues estaba ahí, en contacto con todos los de allá y sabía perfectamente lo que ocurría a un lado y al otro. Estuvo de cónsul hasta acabada la guerra Civil española. 
Con respecto a tu última pregunta, pues imagino que su presencia fue importante en la vida maragata de ese momento, él era una persona muy sociable, aunque no fuera muy divertido ni muy abierto; era una persona muy sociable, pues conocía la pobreza de la gente que enviaba allá, conocía lo que podían esperar, disponía de muy buenas relaciones en la Argentina y por tanto me imagino que en ese momento fuera una personalidad en Astorga. 

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