Tradiciones orales sobre la vida pastoril
![[Img #13018]](upload/img/periodico/img_13018.jpg)
El mundo de los pastores, desde la más remota antigüedad, ha ido creando una extraordinaria y variada cultura pastoril, que se manifiesta en ámbitos tan variados como el llamado arte pastoril o las múltiples tradiciones orales que en torno a los pastores y su labor se han creado.
En la provincia de León, un primer elemento llamativo de las tradiciones orales pastoriles es que tienen un gran protagonismo en el ciclo festivo de la Navidad, tanto a través de Las pastoradas, procedentes del teatro litúrgico y semilitúrgico medieval, con escenas bíblicas y costumbristas, como las de la adoración de los pastores al Niño, en el primer caso, y la elaboración de un plato tan característicamente pastoril como son las migas.
Pero, por ejemplo, en Maragatería, el grupo de los pastores en cada uno de los pueblos piden el aguinaldo por las casas, como ocurre en Lucillo, y con los alimentos recogidos hacen una comida o cena en común el día de Año Nuevo. Al pedir el aguinaldo, van cantando:
D´hoy n´un año que venimos,
yedra nueva vos trajimos
bien florida y bien granada
y el pastor que la guardaba
Jesucristo se llamaba...
En otros pueblos maragatos, en Navidad, llevan a ofrecer el llamado 'ramo de los pastores', cantando un antiguo y hermoso cantar al ofrecerlo al Niño en la iglesia.
![[Img #13017]](upload/img/periodico/img_13017.jpg)
Pero aquí no acaba todo. Las tradiciones orales pastoriles son tan variadas y amplias, que comprenden dichos, refranes, paremias, fórmulas rimadas, adivinanzas, cantares, romances, cuentos y leyendas..., de modo que configuran todo un muestrario de lo que puede ser la literatura de tradición oral.
Si nos detenemos en los romances, por ejemplo, nos encontramos con el celebérrimo de 'La loba parda'; o también con el del 'Villancico glosado de la dama y el pastor', o con el burlesco e irónico de 'Él reguñir, yo regañar', que, como es breve, lo reproducimos completo, tal como lo recogimos un día en Villanófar:
Casome mi madre – con un pícaro pastor
no me deja ir a misa – ni tampoco oír el sermón,
quiere que esté todo el día – remendándole el zurrón.
Él reguñir y yo regañar,
el zurronico, madre,
para llevar el pan.
En el páramo leonés, al haber muchos rebaños, también hay una cultura pastoril importante, pese a que se esté perdiendo. Así, por ejemplo, en Castrovega de Valmadrigal, recogimos el siguiente dicho:
Me casé con un pastor
creyendo de ser señora;
y al segundo día de casados:
–Coge la cacha, pastora.
Con los materiales que tenemos recogidos a lo largo de más de 30 años, podríamos publicar un libro sobre tradiciones orales pastoriles en la provincia de León. Pero la mayor institución pública provincial –a través del Instituto Leonés de Cultura– está totalmente desentendida de algunas de las propuestas que le hemos hecho.
El mundo de los pastores, desde la más remota antigüedad, ha ido creando una extraordinaria y variada cultura pastoril, que se manifiesta en ámbitos tan variados como el llamado arte pastoril o las múltiples tradiciones orales que en torno a los pastores y su labor se han creado.
En la provincia de León, un primer elemento llamativo de las tradiciones orales pastoriles es que tienen un gran protagonismo en el ciclo festivo de la Navidad, tanto a través de Las pastoradas, procedentes del teatro litúrgico y semilitúrgico medieval, con escenas bíblicas y costumbristas, como las de la adoración de los pastores al Niño, en el primer caso, y la elaboración de un plato tan característicamente pastoril como son las migas.
Pero, por ejemplo, en Maragatería, el grupo de los pastores en cada uno de los pueblos piden el aguinaldo por las casas, como ocurre en Lucillo, y con los alimentos recogidos hacen una comida o cena en común el día de Año Nuevo. Al pedir el aguinaldo, van cantando:
D´hoy n´un año que venimos,
yedra nueva vos trajimos
bien florida y bien granada
y el pastor que la guardaba
Jesucristo se llamaba...
En otros pueblos maragatos, en Navidad, llevan a ofrecer el llamado 'ramo de los pastores', cantando un antiguo y hermoso cantar al ofrecerlo al Niño en la iglesia.
Pero aquí no acaba todo. Las tradiciones orales pastoriles son tan variadas y amplias, que comprenden dichos, refranes, paremias, fórmulas rimadas, adivinanzas, cantares, romances, cuentos y leyendas..., de modo que configuran todo un muestrario de lo que puede ser la literatura de tradición oral.
Si nos detenemos en los romances, por ejemplo, nos encontramos con el celebérrimo de 'La loba parda'; o también con el del 'Villancico glosado de la dama y el pastor', o con el burlesco e irónico de 'Él reguñir, yo regañar', que, como es breve, lo reproducimos completo, tal como lo recogimos un día en Villanófar:
Casome mi madre – con un pícaro pastor
no me deja ir a misa – ni tampoco oír el sermón,
quiere que esté todo el día – remendándole el zurrón.
Él reguñir y yo regañar,
el zurronico, madre,
para llevar el pan.
En el páramo leonés, al haber muchos rebaños, también hay una cultura pastoril importante, pese a que se esté perdiendo. Así, por ejemplo, en Castrovega de Valmadrigal, recogimos el siguiente dicho:
Me casé con un pastor
creyendo de ser señora;
y al segundo día de casados:
–Coge la cacha, pastora.
Con los materiales que tenemos recogidos a lo largo de más de 30 años, podríamos publicar un libro sobre tradiciones orales pastoriles en la provincia de León. Pero la mayor institución pública provincial –a través del Instituto Leonés de Cultura– está totalmente desentendida de algunas de las propuestas que le hemos hecho.