denuncia ciudadana
Denuncia ciudadana
El domingo 24 de marzo he sido testigo de una situación indignante, que creo necesario denunciar. Por la mañana, alrededor de las 11,15 horas, desde la Plaza de Santocildes de Astorga, hemos visto cómo un joven extranjero, de marcados rasgos caucásicos, era agredido por otro grupo de jóvenes en la contigua Calle La Estrella. Al encontrarnos con tal desagradable situación hemos intentado buscar ayuda en dos policías locales motorizados que en ese momento transitaban por la zona. Su gesto al explicarles lo que estaba sucediendo fue únicamente un movimiento de hombros con claro desdén ante nuestro requerimiento, un ¿y qué quieres que haga? que reiteraron con su comportamiento una vez más, cuando el joven agredido, huyendo del grupo de salvajes, corrió hacia ellos en busca de ayuda, con claros signos de golpes en la cara, asustado y explicándose claramente en español: me han robado, me están pegando... el joven apenas podía respirar, esperando una respuesta policial ante un hecho delictivo tan claro, pero cuál fue la respuesta: una total indiferencia. Ni siquiera se molestaron en hablarle, tranquilizarle, explicarle qué tenía que hacer para denunciar... qué se yo, lo mínimo, pero la triste realidad, la INDIGNANTE realidad, es que ni siquiera le escucharon, miraron hacia otro lado ignorando las súplicas del joven. Las mujeres que fuimos testigo de los hechos nos acercamos intentando ayudar al chico, pero la desolación que reflejaba su cara lo decía todo.
Es indignante ver cómo estos dos 'agentes de la seguridad' olvidan tan fácilmente en qué consiste el trabajo al que decidieron dedicarse. Señores, dedíquense a otra cosa cuyo sueldo no dependa de nuestros impuestos, porque nos insultan con su actitud.
Laura García.
El domingo 24 de marzo he sido testigo de una situación indignante, que creo necesario denunciar. Por la mañana, alrededor de las 11,15 horas, desde la Plaza de Santocildes de Astorga, hemos visto cómo un joven extranjero, de marcados rasgos caucásicos, era agredido por otro grupo de jóvenes en la contigua Calle La Estrella. Al encontrarnos con tal desagradable situación hemos intentado buscar ayuda en dos policías locales motorizados que en ese momento transitaban por la zona. Su gesto al explicarles lo que estaba sucediendo fue únicamente un movimiento de hombros con claro desdén ante nuestro requerimiento, un ¿y qué quieres que haga? que reiteraron con su comportamiento una vez más, cuando el joven agredido, huyendo del grupo de salvajes, corrió hacia ellos en busca de ayuda, con claros signos de golpes en la cara, asustado y explicándose claramente en español: me han robado, me están pegando... el joven apenas podía respirar, esperando una respuesta policial ante un hecho delictivo tan claro, pero cuál fue la respuesta: una total indiferencia. Ni siquiera se molestaron en hablarle, tranquilizarle, explicarle qué tenía que hacer para denunciar... qué se yo, lo mínimo, pero la triste realidad, la INDIGNANTE realidad, es que ni siquiera le escucharon, miraron hacia otro lado ignorando las súplicas del joven. Las mujeres que fuimos testigo de los hechos nos acercamos intentando ayudar al chico, pero la desolación que reflejaba su cara lo decía todo.
Es indignante ver cómo estos dos 'agentes de la seguridad' olvidan tan fácilmente en qué consiste el trabajo al que decidieron dedicarse. Señores, dedíquense a otra cosa cuyo sueldo no dependa de nuestros impuestos, porque nos insultan con su actitud.
Laura García.