Se abrirá el cielo y veréis caer confetti
Dos breves textos de Ramón Núñez, de su creativa y fugaz etapa surrealista, que dio para un puñado de fotos memorables, absolutamente necesarias en una historia de la fotografía de la provincia que se precie y algunos textos breves, también fugaces como el cohete, no la estrella.
![[Img #13752]](upload/img/periodico/img_13752.jpg)
Se abrirá el cielo y veréis caer confetti
Algunos eran perseguidos o abatidos por ambulancias, otros alimentaban su sed en las ubres de una gata; el silencio era ensordecedor. Cualquiera puede ahogarse en un lugar abandonado, cerrado con puntas o rodeados de pájaros multicolores que descienden su suavidad hasta los pies del destinatario. Os aconsejaría que no pisaseis los huesos que se extienden esparcidos alrededor de los medio muertos.
Las chimeneas, junto a las polillas, producen la fuerza necesaria como para no poder apartar la vista en un buen rato; el suficiente, para entregar a los personajes sus calcetines; en bien o representación de la obra.
No engañareis a nadie simulando ser los poseídos de otra persona, ajena a lo que en estos momentos está sucediendo. Los recortes de un viejo periódico, o una revista de modas, no son lo suficientemente fuertes como para que deje de besarte. Soy ajeno a ti, a estas escaleras de plata, al martillo, al bote o a la caja de herramientas. Esa lámpara siempre estuvo ahí y tu foto y la de tus hijos y la de los que fueron amados y la ventana y las gallinas del exterior y las jaula y el pozo y el estiércol y la lluvia y el cajón escondiendo el salchichón.
Los peces que en la pila vaciaban su tripa o su hueva, que extendidos sobre la madera se bañaban en sal, en un valet de filas numeradas... Aquel espejo, aquel reloj, aquel suelo de madera, aquellos dulces, aquel vacío entre suelo y piso. Podrían haberme abierto cien lugares ocultos, pero mi garantía de misterio se esconde debajo del baúl, o en aquel callejón estrecho donde podría empezar el camino de una dulce realidad.
Amados todos los pequeños mundos, resquebrajados sobre el acto sexual.
![[Img #13753]](upload/img/periodico/img_13753.jpg)
A los gatos causantes de este asunto
Cualquier bisagra, cualquier objeto que se desprenda de mí me produce el efecto de vacío y soledad. Las ruedas que circulando por la cabeza sin leyes, dibujan cruces efectistas a modo o similitud de las patas de los gatos.
En los desvanes que antiguamente morían, o guardaban su valor los aquelarres de monumentos olvidados para tejer sueños, El barro sujetado con tenedores curvos y amasado en formas de lenguas inservibles por su dureza.
Me amas con tus orejas de pelo, me aseas con tu lengua, me libras de la soledad; lame mi barba efecto de carbón como tú bien comprenderías.
Lana de jersey primitivo color de cebra, tu madre olvidó. Sabes que esta página es tuya, que puedes doblarla o pisarla, que puedes esconderte, o que alguien traerá un plato de leche azul, para depositarla sobre tu vientre.
Se abrirá el cielo y veréis caer confetti
Algunos eran perseguidos o abatidos por ambulancias, otros alimentaban su sed en las ubres de una gata; el silencio era ensordecedor. Cualquiera puede ahogarse en un lugar abandonado, cerrado con puntas o rodeados de pájaros multicolores que descienden su suavidad hasta los pies del destinatario. Os aconsejaría que no pisaseis los huesos que se extienden esparcidos alrededor de los medio muertos.
Las chimeneas, junto a las polillas, producen la fuerza necesaria como para no poder apartar la vista en un buen rato; el suficiente, para entregar a los personajes sus calcetines; en bien o representación de la obra.
No engañareis a nadie simulando ser los poseídos de otra persona, ajena a lo que en estos momentos está sucediendo. Los recortes de un viejo periódico, o una revista de modas, no son lo suficientemente fuertes como para que deje de besarte. Soy ajeno a ti, a estas escaleras de plata, al martillo, al bote o a la caja de herramientas. Esa lámpara siempre estuvo ahí y tu foto y la de tus hijos y la de los que fueron amados y la ventana y las gallinas del exterior y las jaula y el pozo y el estiércol y la lluvia y el cajón escondiendo el salchichón.
Los peces que en la pila vaciaban su tripa o su hueva, que extendidos sobre la madera se bañaban en sal, en un valet de filas numeradas... Aquel espejo, aquel reloj, aquel suelo de madera, aquellos dulces, aquel vacío entre suelo y piso. Podrían haberme abierto cien lugares ocultos, pero mi garantía de misterio se esconde debajo del baúl, o en aquel callejón estrecho donde podría empezar el camino de una dulce realidad.
Amados todos los pequeños mundos, resquebrajados sobre el acto sexual.
A los gatos causantes de este asunto
Cualquier bisagra, cualquier objeto que se desprenda de mí me produce el efecto de vacío y soledad. Las ruedas que circulando por la cabeza sin leyes, dibujan cruces efectistas a modo o similitud de las patas de los gatos.
En los desvanes que antiguamente morían, o guardaban su valor los aquelarres de monumentos olvidados para tejer sueños, El barro sujetado con tenedores curvos y amasado en formas de lenguas inservibles por su dureza.
Me amas con tus orejas de pelo, me aseas con tu lengua, me libras de la soledad; lame mi barba efecto de carbón como tú bien comprenderías.
Lana de jersey primitivo color de cebra, tu madre olvidó. Sabes que esta página es tuya, que puedes doblarla o pisarla, que puedes esconderte, o que alguien traerá un plato de leche azul, para depositarla sobre tu vientre.