Lo que aprendemos de los gatos
![[Img #14576]](upload/img/periodico/img_14576.jpg)
Nos encontramos ante un libro que es una joya para cualquier buen lector, y desde luego absolutamente indispensable para todos los amantes de los gatos.
Esta profesora de literatura, Paloma Díaz-Mas, acaba de publicar un libro titulado: 'Lo que aprendemos de los gatos', de la factoría 'Anagrama'.
Este libro significa, según la autora, lo mucho que los gatos pueden enseñarnos, pero para ello hace falta que estemos atentos y dispuestos a aprender. Son cariñosos, pero nunca sumisos, así que nos enseñan a pactar nuestra convivencia día a día. Confiados sólo si sabemos ganárnoslos poco a poco, ejercitando la virtud de una conquista paciente. Domésticos e independientes, como fieras aclimatadas a nuestro hábitat. Bajo su piel de seda se ocultan las garras de una fiera y un cuerpo atlético envidiable. Y, cuando los vemos jugar, exhibiendo su magnífica forma física, o dormir plácidamente sobre nuestro sillón favorito, envidiamos también su capacidad para vivir intensamente ese instante; sin atormentarnos, como hacemos nosotros, por un pasado que ya no existe y un futuro que tal vez no llegue.
Nos encontramos ante un libro que es una joya para cualquier buen lector, y desde luego absolutamente indispensable para todos los amantes de los gatos.
Esta profesora de literatura, Paloma Díaz-Mas, acaba de publicar un libro titulado: 'Lo que aprendemos de los gatos', de la factoría 'Anagrama'.
Este libro significa, según la autora, lo mucho que los gatos pueden enseñarnos, pero para ello hace falta que estemos atentos y dispuestos a aprender. Son cariñosos, pero nunca sumisos, así que nos enseñan a pactar nuestra convivencia día a día. Confiados sólo si sabemos ganárnoslos poco a poco, ejercitando la virtud de una conquista paciente. Domésticos e independientes, como fieras aclimatadas a nuestro hábitat. Bajo su piel de seda se ocultan las garras de una fiera y un cuerpo atlético envidiable. Y, cuando los vemos jugar, exhibiendo su magnífica forma física, o dormir plácidamente sobre nuestro sillón favorito, envidiamos también su capacidad para vivir intensamente ese instante; sin atormentarnos, como hacemos nosotros, por un pasado que ya no existe y un futuro que tal vez no llegue.