ENTREVISTA / JUAN CARLOS FERNÁNDEZ. Presidente de la Cámara de Comercio de Astorga
"El SICA ha salido por el empeño de la Cámara, nos hemos puesto el 'mono' para dedicar mucho tiempo, ganas y cariño"
![[Img #14706]](upload/img/periodico/img_14706.jpg)
Estamos a las puertas de inaugurar este jueves la tercera edición del Salón Internacional del Chocolate de Astorga (SICA). Después de tener que aplazar su realización y de las numerosas dificultades, como la reducción del presupuesto hasta dejarlo en 60.000 euros, aquí lo tenemos. ¿Satisfecho?
La satisfacción que tenemos en este momento es que hemos conseguido sacar adelante el SICA con muchísimo menos presupuesto porque los momentos son malos hasta para este tipo de proyectos, pero al final te das cuenta que puedes organizar eventos con mucho menos dinero. Estamos expectantes porque creo que va a salir tan bien o mejor que en ediciones anteriores. Traemos maestros chocolateros de renombre que le va a dar un plus muy importante al salón.
Estoy satisfecho porque estamos buscando no solo el bien de un sector, sino que a través de él volcamos un beneficio para la ciudad. Si en los cuatro días logramos traer a 20.000 o 30.000 personas no solo van a dejar ingresos, sino que hablarán de Astorga como ciudad del chocolate, que volverán a visitarnos si les ha gustado y eso al final es un beneficio en general. El objetivo es traer al mayor número de gente posible de los lugares más alejados que dejen dinero en la ciudad.
Quienes hemos vivido la gestación un poco más de cerca hemos visto que si desde la Cámara no se hubieran puesto el empeño y las ganas que se han invertido, podríamos estar hablando en estos momentos del SICA como un proyecto fallido.
Ha salido por el empeño de la Cámara, nos hemos puesto el 'mono' para dedicar a la organización mucho tiempo, ganas y cariño. Cuando nos pusimos al frente de la Cámara nos encontramos una institución dividida y hemos logrado aglutinar a la mayoría, pero también nos encontramos con la decisión del ex presidente Zapatero de retirar la cuotas y dejarnos sin ingresos fijos, por lo tanto tuvimos que reducir las actuaciones. Hemos ido tirando como hemos podido, también hemos tenido que ajustar personal. La crisis ha provocado que los camerales que en su día se postularon para apoyar nuestro proyecto hayan tenido que centrar todos los esfuerzos en sus empresas. Aún con todas esas dificultades, teníamos el empeño personal de sacar adelante el SICA porque era una espina clavada.
Visto desde fuera, la organización de la tercera edición del SICA ha debido ser una carrera de fondo porque tener que dar la cara en una rueda de prensa en el mes de octubre para anunciar su aplazamiento por falta de expositores no debió de ser fácil.
En el mes de marzo del año pasado cuando comenzamos a prepararlo para noviembre, encontramos el acomodo económico de la mano de la Junta, de la presidenta de la Diputación y del Ayuntamiento. Como las ayudas eran de menor cuantía que en las anteriores ediciones valoramos la posibilidad de no externalizar la organización y hacerla desde la Cámara, logramos diseñar la programación pero nos fallaron los expositores, al final se han conseguido 16. Queríamos hacer el SICA porque es un revulsivo para la ciudad, también para el sector chocolatero, porque hace ocho años la Cámara comenzó con la idea de sacar adelante un salón que coloque a Astorga a nivel regional y queremos seguir luchando por ello. Creemos, además, que es posicionar a la Cámara en beneficio de la ciudad, estamos semanas hablando del chocolate y eso viene bien para la ciudad y el turismo.
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¿Están todas las industrias chocolateras de la ciudad?
Hay dos que todavía no se han apuntado pero hasta el último día estaremos esperándolas.
¿Algunos chocolateros todavía dudan de que el SICA es un altavoz excepcional para sus negocios? Cuesta entender esta actitud en unos empresarios que proyectan una imagen de un sector inquieto que sigue innovando y apostando por el futuro.
El sector se mueve postivamente en beneficio de la ciudad. Como estamos viendo, algunas empresas están haciendo importantes inversiones, otras están apostando por la innovación en nuevas formas de presentación del chocolate. Al final si una empresa invierte está generando economía y puestos de trabajo. Esa es la satisfacción que queda, porque nosotros no dejamos de ser un granito de arena, lo importante son las empresas que son positivas, luchadoras e innovadoras.
Entre todos, nosotros por un lado con el SICA y el Ayuntamiento con el Museo del Chocolate por otro, estamos afianzando este sector que está en pujanza. No solo le viene bien a los chocolateros, sino también a la ciudad a nivel turístico. Al final estamos consiguiendo el objetivo de que Astorga sea un referente para este sector. Se nos conoce por el Palacio de Gaudí, las mantecadas o la cecina, pero tenemos que seguir abriendo caminos y trabajando en esta línea porque con este tipo de actuaciones logramos un importante eco fuera de la ciudad. Nos estamos volcando en el tema mediático porque queremos que tenga una repercusión importante.
En las siglas del SICA se encuentra la 'I' de internacional, una dimensión que en esta tercera edición la da la presencia institucional de Ecuador y Perú.
El año pasado nos habían confirmado la presencia de las embajadas de Bruselas y Holanda pero ahora por agenda no pueden. Queremos que se creen sinergias entre países productores y exportadores. Me gustaría que pudiéramos conseguir más embajadas para que trajeran empresas de sus países, porque la internacionalización en el comercio de compra-venta es muy importante y qué mejor que contacten los que producen la materia prima con los que la transforman. Perú y Ecuador exportan mucho cacao para España.
La principal novedad es la nueva ubicación en el claustro del Seminiario. ¿Están expectantes?
En primer lugar, estamos agradecidos al rector del Seminario porque se ha puesto a disposición de la Cámara desde el primer momento. Estamos muy expectantes porque creemos que el claustro es una ubicación inmejorable pero no sabemos como lo acogerá la gente. Ante todo queremos los chocolateros queden contentos porque eso lo que garantiza es la continuidad. El emplazamiento es fruto del menor presupuesto, cuando se tiene menos dinero te hace planificar todo de diferente manera, por ejemplo los stands en las ediciones pasadas se alquilaron, en ésta los hemos comprado pensando en la continuidad, también hemos recortado en el merchandising, no vamos a hacer la cena de gala, pero nos hemos dado cuenta de que se puede hacer con menos dinero. Nuestra satisfacción es no gastar un dinero en exceso y adaptado a las circunstancias del momento.
Estamos a las puertas de inaugurar este jueves la tercera edición del Salón Internacional del Chocolate de Astorga (SICA). Después de tener que aplazar su realización y de las numerosas dificultades, como la reducción del presupuesto hasta dejarlo en 60.000 euros, aquí lo tenemos. ¿Satisfecho?
La satisfacción que tenemos en este momento es que hemos conseguido sacar adelante el SICA con muchísimo menos presupuesto porque los momentos son malos hasta para este tipo de proyectos, pero al final te das cuenta que puedes organizar eventos con mucho menos dinero. Estamos expectantes porque creo que va a salir tan bien o mejor que en ediciones anteriores. Traemos maestros chocolateros de renombre que le va a dar un plus muy importante al salón.
Estoy satisfecho porque estamos buscando no solo el bien de un sector, sino que a través de él volcamos un beneficio para la ciudad. Si en los cuatro días logramos traer a 20.000 o 30.000 personas no solo van a dejar ingresos, sino que hablarán de Astorga como ciudad del chocolate, que volverán a visitarnos si les ha gustado y eso al final es un beneficio en general. El objetivo es traer al mayor número de gente posible de los lugares más alejados que dejen dinero en la ciudad.
Quienes hemos vivido la gestación un poco más de cerca hemos visto que si desde la Cámara no se hubieran puesto el empeño y las ganas que se han invertido, podríamos estar hablando en estos momentos del SICA como un proyecto fallido.
Ha salido por el empeño de la Cámara, nos hemos puesto el 'mono' para dedicar a la organización mucho tiempo, ganas y cariño. Cuando nos pusimos al frente de la Cámara nos encontramos una institución dividida y hemos logrado aglutinar a la mayoría, pero también nos encontramos con la decisión del ex presidente Zapatero de retirar la cuotas y dejarnos sin ingresos fijos, por lo tanto tuvimos que reducir las actuaciones. Hemos ido tirando como hemos podido, también hemos tenido que ajustar personal. La crisis ha provocado que los camerales que en su día se postularon para apoyar nuestro proyecto hayan tenido que centrar todos los esfuerzos en sus empresas. Aún con todas esas dificultades, teníamos el empeño personal de sacar adelante el SICA porque era una espina clavada.
Visto desde fuera, la organización de la tercera edición del SICA ha debido ser una carrera de fondo porque tener que dar la cara en una rueda de prensa en el mes de octubre para anunciar su aplazamiento por falta de expositores no debió de ser fácil.
En el mes de marzo del año pasado cuando comenzamos a prepararlo para noviembre, encontramos el acomodo económico de la mano de la Junta, de la presidenta de la Diputación y del Ayuntamiento. Como las ayudas eran de menor cuantía que en las anteriores ediciones valoramos la posibilidad de no externalizar la organización y hacerla desde la Cámara, logramos diseñar la programación pero nos fallaron los expositores, al final se han conseguido 16. Queríamos hacer el SICA porque es un revulsivo para la ciudad, también para el sector chocolatero, porque hace ocho años la Cámara comenzó con la idea de sacar adelante un salón que coloque a Astorga a nivel regional y queremos seguir luchando por ello. Creemos, además, que es posicionar a la Cámara en beneficio de la ciudad, estamos semanas hablando del chocolate y eso viene bien para la ciudad y el turismo.
¿Están todas las industrias chocolateras de la ciudad?
Hay dos que todavía no se han apuntado pero hasta el último día estaremos esperándolas.
¿Algunos chocolateros todavía dudan de que el SICA es un altavoz excepcional para sus negocios? Cuesta entender esta actitud en unos empresarios que proyectan una imagen de un sector inquieto que sigue innovando y apostando por el futuro.
El sector se mueve postivamente en beneficio de la ciudad. Como estamos viendo, algunas empresas están haciendo importantes inversiones, otras están apostando por la innovación en nuevas formas de presentación del chocolate. Al final si una empresa invierte está generando economía y puestos de trabajo. Esa es la satisfacción que queda, porque nosotros no dejamos de ser un granito de arena, lo importante son las empresas que son positivas, luchadoras e innovadoras.
Entre todos, nosotros por un lado con el SICA y el Ayuntamiento con el Museo del Chocolate por otro, estamos afianzando este sector que está en pujanza. No solo le viene bien a los chocolateros, sino también a la ciudad a nivel turístico. Al final estamos consiguiendo el objetivo de que Astorga sea un referente para este sector. Se nos conoce por el Palacio de Gaudí, las mantecadas o la cecina, pero tenemos que seguir abriendo caminos y trabajando en esta línea porque con este tipo de actuaciones logramos un importante eco fuera de la ciudad. Nos estamos volcando en el tema mediático porque queremos que tenga una repercusión importante.
En las siglas del SICA se encuentra la 'I' de internacional, una dimensión que en esta tercera edición la da la presencia institucional de Ecuador y Perú.
El año pasado nos habían confirmado la presencia de las embajadas de Bruselas y Holanda pero ahora por agenda no pueden. Queremos que se creen sinergias entre países productores y exportadores. Me gustaría que pudiéramos conseguir más embajadas para que trajeran empresas de sus países, porque la internacionalización en el comercio de compra-venta es muy importante y qué mejor que contacten los que producen la materia prima con los que la transforman. Perú y Ecuador exportan mucho cacao para España.
La principal novedad es la nueva ubicación en el claustro del Seminiario. ¿Están expectantes?
En primer lugar, estamos agradecidos al rector del Seminario porque se ha puesto a disposición de la Cámara desde el primer momento. Estamos muy expectantes porque creemos que el claustro es una ubicación inmejorable pero no sabemos como lo acogerá la gente. Ante todo queremos los chocolateros queden contentos porque eso lo que garantiza es la continuidad. El emplazamiento es fruto del menor presupuesto, cuando se tiene menos dinero te hace planificar todo de diferente manera, por ejemplo los stands en las ediciones pasadas se alquilaron, en ésta los hemos comprado pensando en la continuidad, también hemos recortado en el merchandising, no vamos a hacer la cena de gala, pero nos hemos dado cuenta de que se puede hacer con menos dinero. Nuestra satisfacción es no gastar un dinero en exceso y adaptado a las circunstancias del momento.