El Callejón del Gato
La psicología explica que el cerebro recompone las deformaciones debidas al punto de vista de la mirada, las adecúa a la costumbre y les da la uniformidad que cree debieran tener. Esto es útil a la supervivencia. Siguiendo la propuesta valleinclanesca del ‘Callejón del Gato’ hemos querido dar al ojo lo que es del ojo y dejar al cerebro de cada cual que provea lo que le venga en gana. El esperpento se manifiesta aquí en los carteles publicitarios y en los programas con los que vienen. Ellos enseñan la imagen que unos candidatos intentan dar de sí mismos, mas luego esta imagen una vez suelta adquiere vida propia, es ‘perspectivesca’ como diría Ortega.
Así que el ojo se sitúa, toma posición y da una vuelta en torno a la cartela, la ve por el rabillo, ejecuta un picado, un contrapicado o se escora hasta el afilado filo en que el cartel se aguadaña, y si todavía supiera de títeres ejecutaría un rizo para filmarlo. ¡¿Será posible?!
![[Img #16059]](upload/img/periodico/img_16059.jpg)
![[Img #16061]](upload/img/periodico/img_16061.jpg)
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La psicología explica que el cerebro recompone las deformaciones debidas al punto de vista de la mirada, las adecúa a la costumbre y les da la uniformidad que cree debieran tener. Esto es útil a la supervivencia. Siguiendo la propuesta valleinclanesca del ‘Callejón del Gato’ hemos querido dar al ojo lo que es del ojo y dejar al cerebro de cada cual que provea lo que le venga en gana. El esperpento se manifiesta aquí en los carteles publicitarios y en los programas con los que vienen. Ellos enseñan la imagen que unos candidatos intentan dar de sí mismos, mas luego esta imagen una vez suelta adquiere vida propia, es ‘perspectivesca’ como diría Ortega.
Así que el ojo se sitúa, toma posición y da una vuelta en torno a la cartela, la ve por el rabillo, ejecuta un picado, un contrapicado o se escora hasta el afilado filo en que el cartel se aguadaña, y si todavía supiera de títeres ejecutaría un rizo para filmarlo. ¡¿Será posible?!