Marionetas
CLARA RUBIO /
Hubo un teatro de marionetas en el que el protagonista era el caracol Manolón, que un burro le pisó su casa que era una concha. Vino su amiga el Hada y le ayudó a encontrar una nueva casa. Fue a por un libro en el que se resolvían problemas de animales; ponía que hicieran una tarta y un pájaro tendría que venir a comerla y poner un huevo. Eso pasó y puso un huevo, pero se durmió encima del huevo y vino el Hada y le robó el huevo y luego le pidió disculpas por habérselo cogido sin su permiso, y el Hada quedó de hacerle un traje, unos pantalones de ciclista. También le devolvió el huevo y Manolón preparó una fiesta, y el Hada no pudo venir porque tenía que hacer los pantalones de ciclista.
En el teatro había cuatro bancos de niños y mayores sentados y muchos de pies y otros a un lado y por detrás.
Al acabar salieron las personas que manejaban los títeres, que eran de San Andrés, y les aplaudieron muy bien.
CLARA RUBIO /
Hubo un teatro de marionetas en el que el protagonista era el caracol Manolón, que un burro le pisó su casa que era una concha. Vino su amiga el Hada y le ayudó a encontrar una nueva casa. Fue a por un libro en el que se resolvían problemas de animales; ponía que hicieran una tarta y un pájaro tendría que venir a comerla y poner un huevo. Eso pasó y puso un huevo, pero se durmió encima del huevo y vino el Hada y le robó el huevo y luego le pidió disculpas por habérselo cogido sin su permiso, y el Hada quedó de hacerle un traje, unos pantalones de ciclista. También le devolvió el huevo y Manolón preparó una fiesta, y el Hada no pudo venir porque tenía que hacer los pantalones de ciclista.
En el teatro había cuatro bancos de niños y mayores sentados y muchos de pies y otros a un lado y por detrás.
Al acabar salieron las personas que manejaban los títeres, que eran de San Andrés, y les aplaudieron muy bien.