Una noche larga para los vecinos de San Feliz de las Lavanderas
El incendio que comenzaba este lunes en Palaciosmil y que se reactivó de forma virulenta este miércoles ha seguido avanzando durante la noche y desde primera hora de la mañana con un frente abierto de entre dos y tres kilómetros. El incendio está arrasando por completo la sierra de Quintana del Castillo y avanza hacia Omaña sin que el contingente de medios desplegado pueda detenerlo hasta el momento. De hecho se mantiene el nivel 2 de alerta de Infocal del incendio donde intervienen efectivos de la Junta, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y la Unidad Militar de Emergencias. El incendio ya ha arrasdo una superficie de entre 1.500 y 2.000 hectáreas de pinar, robledal y monte bajo de alto valor ecológico.
![[Img #17045]](upload/img/periodico/img_17045.jpg)
El incendio que comenzaba este lunes en Palaciosmil ha seguido avanzando durante la noche de este miércoles con un frente abierto de entre dos y tres kilómetros. Las imágenes de nerviosismo y preocupación ha sido la nota dominante en los pueblos hacia donde el fuego ha ido avanzando. Si por la tarde las llamas se dirigieron hacia Villarmeriel, que tuvo que ser defendido por la Unidad Militar de Emergencias (UME), por la noche los habitantes de San Feliz de las Lavanderas permenecieron vigilantes a la evolución del fuego.
![[Img #17044]](upload/img/periodico/img_17044.jpg)
Finalmente no fue necesario evacuar a los vecinos de Villarmeriel que vieron cómo el incendio después de arrasar su pinar se dirigía en dirección este hacia San Feliz de las Lavanderas. Una vez pasadas las llamas lo que más preocupó a los servicios de protección civil fue la llegada del intenso que humo que podía provocar intoxicaciones.
![[Img #17043]](upload/img/periodico/img_17043.jpg)
Despliegue
Durante la pasada noche, 215 personas han intervenido en Quintana del Castillo: cinco técnicos de guardia, 15 agentes medioambientales, seis cuadrillas de tierra, cinco cuadrillas helitransportadas, la Brif de Tineo, diez bulldozers, tres autobombas, una unidad móvil de meteorología, una unidad de apoyo logístico en emergencias de la Agencia de Protección Civil (puesto de mando avanzado), así como cuatro dotaciones de la UME.
A lo largo de la mañana, al operativo terrestre se le irán incorporando diversos medios aéreos tanto de la Junta de Castilla y León como del Ministerio, y ya está planificada la actuación de al menos cuatro aviones anfibios, dos aviones de carga en tierra, seis helicópteros de extinción, un helicóptero de coordinación y un avión de coordinación.
El intenso trabajo realizado durante la noche ha reducido notablemente el perímetro del incendio, pero este sigue activo. Preocupa especialmente el frente norte, situado en una zona de fuertes pendientes de muy difícil acceso que no permite el trabajo de la maquinaria pesada.
![[Img #17042]](upload/img/periodico/img_17042.jpg)
El foco se reactivó este martes sobre las 14,30 horas en un lugar próximo a donde se declaró el lunes. El presidente de la Junta Vecinal de Palaciosmil, José Suárez, ha denunciado que el último retén de brigadistas que quedaba en la zona del incendio, que se había estabilizado por la mañana "se fue a las 10 de la noche" de este martes. El pedáneo entiende, además, que es "una negligencia" que a los dos vigilantes de Pozo Fierro, la caseta desde se controlan los pinares de Palaciosmil, "les hayan dado vacaciones en el mes de julio", una denuncia realizada también por la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales en Castilla y León (ATIFCYL).
![[Img #17047]](upload/img/periodico/img_17047.jpg)
El incendio que comenzaba este lunes en Palaciosmil ha seguido avanzando durante la noche de este miércoles con un frente abierto de entre dos y tres kilómetros. Las imágenes de nerviosismo y preocupación ha sido la nota dominante en los pueblos hacia donde el fuego ha ido avanzando. Si por la tarde las llamas se dirigieron hacia Villarmeriel, que tuvo que ser defendido por la Unidad Militar de Emergencias (UME), por la noche los habitantes de San Feliz de las Lavanderas permenecieron vigilantes a la evolución del fuego.
Finalmente no fue necesario evacuar a los vecinos de Villarmeriel que vieron cómo el incendio después de arrasar su pinar se dirigía en dirección este hacia San Feliz de las Lavanderas. Una vez pasadas las llamas lo que más preocupó a los servicios de protección civil fue la llegada del intenso que humo que podía provocar intoxicaciones.
Despliegue
Durante la pasada noche, 215 personas han intervenido en Quintana del Castillo: cinco técnicos de guardia, 15 agentes medioambientales, seis cuadrillas de tierra, cinco cuadrillas helitransportadas, la Brif de Tineo, diez bulldozers, tres autobombas, una unidad móvil de meteorología, una unidad de apoyo logístico en emergencias de la Agencia de Protección Civil (puesto de mando avanzado), así como cuatro dotaciones de la UME.
A lo largo de la mañana, al operativo terrestre se le irán incorporando diversos medios aéreos tanto de la Junta de Castilla y León como del Ministerio, y ya está planificada la actuación de al menos cuatro aviones anfibios, dos aviones de carga en tierra, seis helicópteros de extinción, un helicóptero de coordinación y un avión de coordinación.
El intenso trabajo realizado durante la noche ha reducido notablemente el perímetro del incendio, pero este sigue activo. Preocupa especialmente el frente norte, situado en una zona de fuertes pendientes de muy difícil acceso que no permite el trabajo de la maquinaria pesada.
El foco se reactivó este martes sobre las 14,30 horas en un lugar próximo a donde se declaró el lunes. El presidente de la Junta Vecinal de Palaciosmil, José Suárez, ha denunciado que el último retén de brigadistas que quedaba en la zona del incendio, que se había estabilizado por la mañana "se fue a las 10 de la noche" de este martes. El pedáneo entiende, además, que es "una negligencia" que a los dos vigilantes de Pozo Fierro, la caseta desde se controlan los pinares de Palaciosmil, "les hayan dado vacaciones en el mes de julio", una denuncia realizada también por la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales en Castilla y León (ATIFCYL).