La Junta no da por extinguido el incendio de la sierra de Quintana del Castillo pero baja la peligrosidad a nivel 0
![[Img #17123]](upload/img/periodico/img_17123.jpg)
Aunque permanece activo, el incendio de la sierra de Quintana del Castillo ha dejado de ser un peligro para los montes de gran nivel ecológico y para las gentes que vieron esta semana las llamas al lado de sus casas. La Junta ha bajado la gravedad a nivel 0 del Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales de Castilla y León, Infocal.
El fuego declarado el pasado lunes en el monte de Palaciosmil y que se reactivó dos días después a escasos metros de donde se había desatado, ha calcinado más de 2.500 hectáreas y destruido pinares, robledales centenarios, brezo y recursos forestales que tardarán décadas en volver a generarse. La virulencia de las llamas y su cercanía a localidades como Villarmeriel y San Feliz de las Lavanderas obligó a declarar el nivel 2 de alerta, de un máximo de 3, el mismo miércoles. Entre los daños irreparables se encuentra la pérdida de la población de urogallo de esta zona de La Cepeda.
Las críticas a la actuación de la Junta en este grave incendio, competente en la materia, desembocaron en la concentración vecinal del pasado viernes. Las denuncias han partido del Ayuntamiento de Quintana del Castillo, IU u organizaciones como SEO/Birdlife y Ecologistas en Acción.
Todavía siguen trabajando en la zona un operativo en labores de vigilancia y remate, formado un técnico, dos agentes medioambientales, dos cuadrillas de tierra, tres bulldozers y dos autobombas.
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Aunque permanece activo, el incendio de la sierra de Quintana del Castillo ha dejado de ser un peligro para los montes de gran nivel ecológico y para las gentes que vieron esta semana las llamas al lado de sus casas. La Junta ha bajado la gravedad a nivel 0 del Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales de Castilla y León, Infocal.
El fuego declarado el pasado lunes en el monte de Palaciosmil y que se reactivó dos días después a escasos metros de donde se había desatado, ha calcinado más de 2.500 hectáreas y destruido pinares, robledales centenarios, brezo y recursos forestales que tardarán décadas en volver a generarse. La virulencia de las llamas y su cercanía a localidades como Villarmeriel y San Feliz de las Lavanderas obligó a declarar el nivel 2 de alerta, de un máximo de 3, el mismo miércoles. Entre los daños irreparables se encuentra la pérdida de la población de urogallo de esta zona de La Cepeda.
Las críticas a la actuación de la Junta en este grave incendio, competente en la materia, desembocaron en la concentración vecinal del pasado viernes. Las denuncias han partido del Ayuntamiento de Quintana del Castillo, IU u organizaciones como SEO/Birdlife y Ecologistas en Acción.
Todavía siguen trabajando en la zona un operativo en labores de vigilancia y remate, formado un técnico, dos agentes medioambientales, dos cuadrillas de tierra, tres bulldozers y dos autobombas.
