Astures y Romanos cierran el campamento hasta el próximo año
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El entierro del héroe astur Gausón ha puesto el punto final a las Fiestas de Astures y Romanos. La pira funeraria con los restos del guerrero de la tribu de los Lancienses fue venerada por los astures y una representación romana encabezada por el césar Octaviano Augusto y miembros de su guardia. Con este acto, la recreación histórica se despide hasta el próximo año.
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El entierro del héroe astur comenzó una vez finalizado el desfile protagonizado por las civitas, las legiones y las tribus astures que celebraron la victoria en el circo romano. Entre cánticos retadores entre uno y otro bando discurrió el acto que en la Plaza Mayor congregó a los más de un millar de pobladores que durante cuatro días han convivido en el campamento de El Melgar. Durante el acto se hizo entrega de los reconocimientos a los astures y a los ganadores del concurso de catapultas.
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Las honras funerarias a Gausón empezaron tras la marcha de antorchas. El caudillo astur, Sebius, y la druidesa Dryadia, en cuyos brazos murió el guerrero, fueron los encargados de prender fuego a los restos mortales. Durantel rito, cargado de simbología se procedió a la ofrenda de los elementos básicos de la vida: tierra, aire, fuego y agua
En la mañana de la jornada del domingo, José Ramos recibió la distinción de socio de honor después de 25 años dando vida al césar Josefus Orologius. El salón del plenos del Ayuntamiento fue el escenario en el que se reconoció el trabajo del relojero en pro de la fiesta.
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![[Img #17297]](upload/img/periodico/img_17297.jpg)
Después de las palabras del concejal de Fiestas, Javier Guzmán, y el agradecimiento por parte del presidente de la Asociación de Astures y Romanos, José Luis Carro, se le entregó un ramo de flores, el libro de las actas del Congreso Napoleónico del Bicentenario y una réplica de una ánfora romana.
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![[Img #17294]](upload/img/periodico/img_17294.jpg)
![[Img #17293]](upload/img/periodico/img_17293.jpg)
Durante la última jornada se sucedieron las crucifixiones de castreños y las refriegas entre astures y romanos, teatralizando la victoria de los conquistadores sobre los pueblos que vivían en estas tierras.
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El entierro del héroe astur Gausón ha puesto el punto final a las Fiestas de Astures y Romanos. La pira funeraria con los restos del guerrero de la tribu de los Lancienses fue venerada por los astures y una representación romana encabezada por el césar Octaviano Augusto y miembros de su guardia. Con este acto, la recreación histórica se despide hasta el próximo año.
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El entierro del héroe astur comenzó una vez finalizado el desfile protagonizado por las civitas, las legiones y las tribus astures que celebraron la victoria en el circo romano. Entre cánticos retadores entre uno y otro bando discurrió el acto que en la Plaza Mayor congregó a los más de un millar de pobladores que durante cuatro días han convivido en el campamento de El Melgar. Durante el acto se hizo entrega de los reconocimientos a los astures y a los ganadores del concurso de catapultas.
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Las honras funerarias a Gausón empezaron tras la marcha de antorchas. El caudillo astur, Sebius, y la druidesa Dryadia, en cuyos brazos murió el guerrero, fueron los encargados de prender fuego a los restos mortales. Durantel rito, cargado de simbología se procedió a la ofrenda de los elementos básicos de la vida: tierra, aire, fuego y agua
En la mañana de la jornada del domingo, José Ramos recibió la distinción de socio de honor después de 25 años dando vida al césar Josefus Orologius. El salón del plenos del Ayuntamiento fue el escenario en el que se reconoció el trabajo del relojero en pro de la fiesta.
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Después de las palabras del concejal de Fiestas, Javier Guzmán, y el agradecimiento por parte del presidente de la Asociación de Astures y Romanos, José Luis Carro, se le entregó un ramo de flores, el libro de las actas del Congreso Napoleónico del Bicentenario y una réplica de una ánfora romana.
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Durante la última jornada se sucedieron las crucifixiones de castreños y las refriegas entre astures y romanos, teatralizando la victoria de los conquistadores sobre los pueblos que vivían en estas tierras.





