Una cosecha de cuatro libros en el Día de las Letras Cepedanas
![[Img #17400]](upload/img/periodico/img_17400.jpg)
La Asociación Rey Ordoño I, Amigos de la Cepeda, celebró este sábado el Día de las Letras Cepedanas en la casa del concejo de Villamejil con una conferencia a cargo de Tomás Álvarez sobre Gil y Carrasco y la presentación de cuatro libros escritos por hijos y enamorados de la comarca.
El primero de los libros, ‘Los bombardeos de Pompeya‘, cuyo autor es el cepedano de Villamejil Laurentino García, es una investigación sobre los daños causados en las ruinas de Pompeya por los bombardeos aliados de la RAF, un libro con abundancia de documentos y con más de 280 fotografías. Un suceso desconocido y ocultado hasta ahora.
![[Img #17399]](upload/img/periodico/img_17399.jpg)
Otro de los libros de la cosecha anual es el poemario de Abel Aparicio, ‘Alboradas en los zurrones del pastor’, una especie de ‘bildungsroman’ a la cepedana en los tiempos de penuria de hoy. Abel Aparicio leyó un ramillete de sus poemas.
El tercero de la cosecha fue ‘Poeta en Astorga’, de Ángel Francisco Casado, que no pudo presentar el libro por no estar todavía impreso, pero sí mostró las ilustraciones de Santi Omaña que van a ir incorporadas en el libro. Poeta en Astorga lleva este título porque todo lo que hay en el libro habla de Astorga y de su entorno. No es la separata ya publicada en 1993 que llevaba el mismo título, sino que este libro extenso lleva fraguándose desde más de 20 años. “Un poemario inacabado y tal vez inacabable”, en palabras del autor. (La edición saldrá con un apéndice y ya habría que incluir otro que en el entretanto el autor ha venido forjando. Promete a los compradores del libro enviárselo gratuitamente) El libro tiene siete apartados y un apéndice y el autor leyó un par de poemas que fueron bien aplaudidos.
![[Img #17398]](upload/img/periodico/img_17398.jpg)
La cosecha definitiva resulto ser el florilegio cepedano ‘Sueros de Cepeda: lugar entre dos aguas’, (Versos a Oliegos 2015) cuyo compilador Ignacio Redondo señaló que el libro originariamente era como la música de Paco de Lucía , ‘Sueros de Cepeda entre dos aguas’ pero por evitar lo consabido le habían antepuesto ‘lugar’. Tuvo palabras para Julio, el niño de Sueros a quien tanto costó que se respetara su amor a ese lugar. También recordó a los dos heridos en el incendio de la sierra de Quintana del Castillo. Entre otras historias contó la que escribió para versos a Oliegos con el título de ‘El topo’; cuando a la señora Manuela se le metió un topo en la huerta, que le costó dios y ayuda darle caza. Una vez atrapado y a punto de darle muerte, le pareció poca cosa eso de la muerte frente a tanto daño que le causara así que pensó en torturarlo cruelmente y lo castigó a ser enterrado vivo. Así terminó el acto con otras jugosas anécdotas de la señora Manuela por parte de Ignacio Redondo.
La Asociación Rey Ordoño I, Amigos de la Cepeda, celebró este sábado el Día de las Letras Cepedanas en la casa del concejo de Villamejil con una conferencia a cargo de Tomás Álvarez sobre Gil y Carrasco y la presentación de cuatro libros escritos por hijos y enamorados de la comarca.
El primero de los libros, ‘Los bombardeos de Pompeya‘, cuyo autor es el cepedano de Villamejil Laurentino García, es una investigación sobre los daños causados en las ruinas de Pompeya por los bombardeos aliados de la RAF, un libro con abundancia de documentos y con más de 280 fotografías. Un suceso desconocido y ocultado hasta ahora.
Otro de los libros de la cosecha anual es el poemario de Abel Aparicio, ‘Alboradas en los zurrones del pastor’, una especie de ‘bildungsroman’ a la cepedana en los tiempos de penuria de hoy. Abel Aparicio leyó un ramillete de sus poemas.
El tercero de la cosecha fue ‘Poeta en Astorga’, de Ángel Francisco Casado, que no pudo presentar el libro por no estar todavía impreso, pero sí mostró las ilustraciones de Santi Omaña que van a ir incorporadas en el libro. Poeta en Astorga lleva este título porque todo lo que hay en el libro habla de Astorga y de su entorno. No es la separata ya publicada en 1993 que llevaba el mismo título, sino que este libro extenso lleva fraguándose desde más de 20 años. “Un poemario inacabado y tal vez inacabable”, en palabras del autor. (La edición saldrá con un apéndice y ya habría que incluir otro que en el entretanto el autor ha venido forjando. Promete a los compradores del libro enviárselo gratuitamente) El libro tiene siete apartados y un apéndice y el autor leyó un par de poemas que fueron bien aplaudidos.
La cosecha definitiva resulto ser el florilegio cepedano ‘Sueros de Cepeda: lugar entre dos aguas’, (Versos a Oliegos 2015) cuyo compilador Ignacio Redondo señaló que el libro originariamente era como la música de Paco de Lucía , ‘Sueros de Cepeda entre dos aguas’ pero por evitar lo consabido le habían antepuesto ‘lugar’. Tuvo palabras para Julio, el niño de Sueros a quien tanto costó que se respetara su amor a ese lugar. También recordó a los dos heridos en el incendio de la sierra de Quintana del Castillo. Entre otras historias contó la que escribió para versos a Oliegos con el título de ‘El topo’; cuando a la señora Manuela se le metió un topo en la huerta, que le costó dios y ayuda darle caza. Una vez atrapado y a punto de darle muerte, le pareció poca cosa eso de la muerte frente a tanto daño que le causara así que pensó en torturarlo cruelmente y lo castigó a ser enterrado vivo. Así terminó el acto con otras jugosas anécdotas de la señora Manuela por parte de Ignacio Redondo.