Los regantes de Barrios de Luna no quieren esperar "otros 15 años" para aumentar la disponibilidad de agua
![[Img #18648]](upload/img/periodico/img_18648.jpg)
El Sindicato Central del Embalse de Los Barrios de Luna no quiere esperar "otros 15 años" para ver aumentada la disponibilidad de agua para el riego. Así lo expresó ese jueves el presidente del sindicato, Ángel Quintanilla, después de argumentar con datos la necesidad de construir las dos presas de La Rial y Los Morales que regulen el río Órbigo.
El sistema del Órbigo siempre ha sido deficitario para regar con holgura las hectáreas agrícolas, pero desde que en el año hidrológico 2001-2002 se pusieron en explotación las 6.000 nuevas hectáreas segregadas del Páramo Bajo que pasaron a depender del agua de Barrios de Luna -sumando un total de 52.000 hectáres-, el déficit de agua para el riego es palpable. A esta situación hay que añadir, según Quintanilla, que el control de los caudales que llegan a las fincas de cultivo es exahustivo, ya que los incrementos constantes de los caudales ecológicos y el abastecimiento a las ciudades de León y La Bañeza también presionan a los agricultores.
Entre los argumentos aducidos por el sindicato destaca que en el perido 2002-2015 el campo ha sufrido cinco sequías en las que "muchas de las parcelas se quedaron en tres riegos" perdiendo los agricultores hasta el 50% de la cosecha. Las previsiones de futuro apuntan a que en el horizonte de 2035 y debido al cambio climático, las precipitaciones y las aportaciones de agua al embalse puedan disminuir en un 10% y que continúen aumentando los desembalses mínimos para hacer frente a los caudales de mantenimiento.
A estos argumentos, el sindicato de riego añade que después de estudiar las cuatro alternativas para regular el río Órbigo la construcción de las balsas de La Rial y Los Morales es la de menor coste. Las dos presas que sumarán 30 hectómetros cúbicos en total (20 hectómetros La Rial y 10 Los Morales) necesitarán de una invesriópn de casi 44 millones de euros, frente a las otras tres alternativas: el recrecimiento del muro del embalse de Luna además de conllevar un peligro añadido supondría una inversión de 339 millones de euros; la regulación adicional en seis balsas distribuidas por La Milla del Páramo, Posadilla de la Vega, Velilla de la Reina y Villar del Yermo necesitaría una financiación de 281 millones; y la construcción del embalse de Omaña precisaría de 229 millones.
Las presas de La Rial y Los Morales permitirán una planificación bianual del embalse de Barrios de Luna. Estos nuevos almacenes de agua se llenarían cada invierno por gravedad y bombeo y serían los primeros en ser utilizados de tal manera que las previsiones del sindicato apuntan a que "los 30 hectómetros cúbicos de las balsas aumentarán la reserva del embalse a final de campaña de 60 a 90 hectómetros", puntualizó el presidente, Ángel Quintanilla.
Quintanilla señaló que el coste de los nuevos embalses lo asumirán los regantes, como beneficiarios de la infraestructura, así como los costes de explotación que generen. Mientras la Confederación Hidrográffica del Duero aún no ha redactado el plan financiero de las presas, el sindicato baraja, según las primeras estimaciones, que al tratarse de obras de regulación las infraestructuras de riego se pagarán a 50 años con un 4% de interés.
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El Sindicato Central del Embalse de Los Barrios de Luna no quiere esperar "otros 15 años" para ver aumentada la disponibilidad de agua para el riego. Así lo expresó ese jueves el presidente del sindicato, Ángel Quintanilla, después de argumentar con datos la necesidad de construir las dos presas de La Rial y Los Morales que regulen el río Órbigo.
El sistema del Órbigo siempre ha sido deficitario para regar con holgura las hectáreas agrícolas, pero desde que en el año hidrológico 2001-2002 se pusieron en explotación las 6.000 nuevas hectáreas segregadas del Páramo Bajo que pasaron a depender del agua de Barrios de Luna -sumando un total de 52.000 hectáres-, el déficit de agua para el riego es palpable. A esta situación hay que añadir, según Quintanilla, que el control de los caudales que llegan a las fincas de cultivo es exahustivo, ya que los incrementos constantes de los caudales ecológicos y el abastecimiento a las ciudades de León y La Bañeza también presionan a los agricultores.
Entre los argumentos aducidos por el sindicato destaca que en el perido 2002-2015 el campo ha sufrido cinco sequías en las que "muchas de las parcelas se quedaron en tres riegos" perdiendo los agricultores hasta el 50% de la cosecha. Las previsiones de futuro apuntan a que en el horizonte de 2035 y debido al cambio climático, las precipitaciones y las aportaciones de agua al embalse puedan disminuir en un 10% y que continúen aumentando los desembalses mínimos para hacer frente a los caudales de mantenimiento.
A estos argumentos, el sindicato de riego añade que después de estudiar las cuatro alternativas para regular el río Órbigo la construcción de las balsas de La Rial y Los Morales es la de menor coste. Las dos presas que sumarán 30 hectómetros cúbicos en total (20 hectómetros La Rial y 10 Los Morales) necesitarán de una invesriópn de casi 44 millones de euros, frente a las otras tres alternativas: el recrecimiento del muro del embalse de Luna además de conllevar un peligro añadido supondría una inversión de 339 millones de euros; la regulación adicional en seis balsas distribuidas por La Milla del Páramo, Posadilla de la Vega, Velilla de la Reina y Villar del Yermo necesitaría una financiación de 281 millones; y la construcción del embalse de Omaña precisaría de 229 millones.
Las presas de La Rial y Los Morales permitirán una planificación bianual del embalse de Barrios de Luna. Estos nuevos almacenes de agua se llenarían cada invierno por gravedad y bombeo y serían los primeros en ser utilizados de tal manera que las previsiones del sindicato apuntan a que "los 30 hectómetros cúbicos de las balsas aumentarán la reserva del embalse a final de campaña de 60 a 90 hectómetros", puntualizó el presidente, Ángel Quintanilla.
Quintanilla señaló que el coste de los nuevos embalses lo asumirán los regantes, como beneficiarios de la infraestructura, así como los costes de explotación que generen. Mientras la Confederación Hidrográffica del Duero aún no ha redactado el plan financiero de las presas, el sindicato baraja, según las primeras estimaciones, que al tratarse de obras de regulación las infraestructuras de riego se pagarán a 50 años con un 4% de interés.





