Mil quinientos ciclistas, una gallina y las nubes que no se atrevieron a descargar

¿Quién dijo miedo y a qué?... ¿a los nubarrones que cubrían el cielo de Astorga y La Cepeda esta mañana de domingo? Nada de nada, ni las gallinas quisieron perderse la marcha cicloturista que llega puntual cada otoño desde hace 18 años. La fotografía sobre estas líneas refleja el espíritu súpercompetitivo que mueve a los astorganos a participar en esta actividad que, gracias a la coletilla de solidaria, logró reunir casi 1.000 kilos de alimentos para las familias más golpeadas por la crisis.

Mil quinientos ciclistas se han subido a sus bicis este domingo para pedalear y disfrutar de una mañana de un excelente ambiente deportivo. Bueno..., algunos se han subido a estos vehículos de dos ruedas para pasar unas horas con sus ojitos derechos, léase padres y fundamentalmente abuelos en buena forma física que se 'escapan' con los nietos caiga lo que caiga de las nubes.

A pesar del cielo encapotado no podía llover porque desde hacía prácticamente una semana la Concejalía de Deportes tenía más información meteorológica que la NASA (pues bueno es el concejal Javier Guzmán para que se le escape un detalle de este tipo). El viernes ya contaba con los partes y la evolución de la borrasca, la tenía tan controlada que era imposible que lloviera, como así sucedió.

Así que después de 22 kilómetros pedaleando por la comarca de La Cepeda, con la parada para el avituallamiento en Otero de Escarpizo, regresaron a la Plaza Mayor de Astorga sanos y salvos. La marcha cicloturista finalizó sin nigún incidente reseñable.