Ya no queda nadie detrás de las pancartas

La Marcha Negra ha concluido después de siete días en la carretera. La columna de trabajadores que comenzó la pasada semana en la sede de Tragsa en Valladolid con poco más de medio centenar de trabajadores concluía este martes ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente con más de 300 profesionales de todas las bases de España.

Los últimos 10 kilómetros entre Aravaca y Madrid se convirtieron en manifestación por las calles del centro de la ciudad. Quienes durante una semana han bregado con la lluvia, el cansancio y el asfalto han entrado por la puerta grande en la capital de España. En el Ayuntamiento los recibía la portavoz del gobierno municipal, Rita Maestre, y en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente les esperaba la titular Isabel García Tejerina.

Los brigadistas están de vuelta a casa pero, de momento, no pisarán los tajos. Mantienen la huelga indefinida porque han ganado esta batalla, llegando hasta el despacho de la ministra, pero todavía no han logrado la victoria definitiva en la mesa de negociación, donde esperan que Tragsa les acabe reconociendo la categoría de bombero forestal y una segunda actividad para cuando no puedan seguir en la primera línea de la extinción de incendios.

La Marcha Negra de la Brif ha terminado entre flashes y cámaras de televisión. Ya no queda nadie detrás de las pancartas. A los brigadistas les esperan en casa...

...y a Valentín, después del pasillo triunfal que le han brindado sus compañeros de camino dejándole el honor de ser el primero en llegar a las puertas del ministerio, le espera de nuevo su cunita.