La ribera del Tuerto, pendiente de las aportaciones de los arroyos y del embalse de Villameca
![[Img #20440]](upload/img/periodico/img_20440.jpg)
En la ribera del Tuerto no le quitan ojo al cielo ni al embalse de Villameca. Después de una noche bastante tranquila y una mañana de sábado sin apenas lluvia, los arroyos que vierten sus aguas el río han bajado el nivel. Sin embargo, en Villameca apenas cabe una gota de agua lo que obliga a no cerrar las compuertas para liberar la presión de la presa que se encuentra al 91,5% de su capacidad.
El Tuerto sigue tan encabritado como este viernes pero ha dado una tregua a los pueblos ribereños. En Castrillos de Cepeda, uno de los pueblos que más preocupaban al alcalde de Villamejil, Alfonso Álvarez, pasaron una noche tranquila aunque con el agua corriendo por las calles, como en Vega de Magaz, donde el río Porcos se salió de 'madre'.
Aguas abajo, en el municipio de Valderrey, las carreteras de Castrillo de las Piedras a Nistal, en Carral y Barrientos, el Tuerto saltó anegando las vías de comunicación en varios puntos. El alcalde, Gaspar Cuervo, está atento no sólo a lo que ocurra en las próximas horas, sino que también a los próximos días, "si nieva puede ser peligroso porque no da más de sí" el río. En la tarde de este sábado, el regidor confirma que el nivel del cauce ha bajado.
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Quien sí ha pasado horas en tensión ha sido Mercedes Unzeta Gullón, propietaria de la posada 'Viejo Molino de Cela', porque en la noche del viernes los ojos del edificio centenario no admitían más agua que saltaba por las ventanas de la planta baja y amenazaba con entrar en el salón de entrada sino fuera por los sacos que colocaron en las puertas para protegerse. "El río baja desbocado, ayer nos asustamos, fue muy agobiante", aseguraba la escritora que no se ha quedado aislada aunque el puente y uno de los caminos han desaparecido.
Todos en la ribera del Tuerto siguen con atención la evolución del pantano de Villameca que almacena 18,3 hectómetros cúbicos. El embalse no puede admitir más agua ya que se encuentra a dos hectómetros cúbicos de su capacidad total.
En el último parte de la Confederación Hidrográfica del Duero se señala que las avenidas han sido causadas por "las muy intensas precipitaciones que se han registrado en los últimos dos días con cantidades acumuladas en algunos puntos de más de 200 l/m2". La situación de los ríos todavía tardará en normalizarse, "pudiendo incluso empeorar", debido a la insistencia de las precipitaciones que se han reactivado en la tarde de este sábado.
En la ribera del Tuerto no le quitan ojo al cielo ni al embalse de Villameca. Después de una noche bastante tranquila y una mañana de sábado sin apenas lluvia, los arroyos que vierten sus aguas el río han bajado el nivel. Sin embargo, en Villameca apenas cabe una gota de agua lo que obliga a no cerrar las compuertas para liberar la presión de la presa que se encuentra al 91,5% de su capacidad.
El Tuerto sigue tan encabritado como este viernes pero ha dado una tregua a los pueblos ribereños. En Castrillos de Cepeda, uno de los pueblos que más preocupaban al alcalde de Villamejil, Alfonso Álvarez, pasaron una noche tranquila aunque con el agua corriendo por las calles, como en Vega de Magaz, donde el río Porcos se salió de 'madre'.
Aguas abajo, en el municipio de Valderrey, las carreteras de Castrillo de las Piedras a Nistal, en Carral y Barrientos, el Tuerto saltó anegando las vías de comunicación en varios puntos. El alcalde, Gaspar Cuervo, está atento no sólo a lo que ocurra en las próximas horas, sino que también a los próximos días, "si nieva puede ser peligroso porque no da más de sí" el río. En la tarde de este sábado, el regidor confirma que el nivel del cauce ha bajado.
Quien sí ha pasado horas en tensión ha sido Mercedes Unzeta Gullón, propietaria de la posada 'Viejo Molino de Cela', porque en la noche del viernes los ojos del edificio centenario no admitían más agua que saltaba por las ventanas de la planta baja y amenazaba con entrar en el salón de entrada sino fuera por los sacos que colocaron en las puertas para protegerse. "El río baja desbocado, ayer nos asustamos, fue muy agobiante", aseguraba la escritora que no se ha quedado aislada aunque el puente y uno de los caminos han desaparecido.
Todos en la ribera del Tuerto siguen con atención la evolución del pantano de Villameca que almacena 18,3 hectómetros cúbicos. El embalse no puede admitir más agua ya que se encuentra a dos hectómetros cúbicos de su capacidad total.
En el último parte de la Confederación Hidrográfica del Duero se señala que las avenidas han sido causadas por "las muy intensas precipitaciones que se han registrado en los últimos dos días con cantidades acumuladas en algunos puntos de más de 200 l/m2". La situación de los ríos todavía tardará en normalizarse, "pudiendo incluso empeorar", debido a la insistencia de las precipitaciones que se han reactivado en la tarde de este sábado.
