José N. Fuertes Celada
Domingo, 18 de Diciembre de 2016

A la luz del secreto, Dakovika II una fuga por entregas

 

[Img #26068]

 

 

El sábado, bien entrada la noche, en León, se reunían los componentes de Manual de Ultramarinos, “la editorial de los traperos que edita letras giróvagas, sobre papel reciclado de autores antañones”. La noche fue denominada “Noche dakovikiana”, una luna de copas, una ronda nocturna que se inició en la librovejería de la calle Cantareros, una librovejería amenazada por la turbamulta de la quincalla de la crisis que ya no sirve para nada, y donde se reúnen los relapsos de la pasta de papel de libros viejos de Ramón Gómez de la Serna, de Valle Inclán, de González Ruano y tal vez en secreto de Antonio Espina.

 

Esta noche dakovikiana consistió en una ronda nocturna que se inició en la chamarilería de la calle Cantareros y discurrió por los fantasmagóricos escenarios donde merodean los personajes que inspiran la novela.

 

El escrito, cuyo autor es Bruno Marcos, es continuador de otro anterior, Dakovika I, juega a dos niveles exteriores, con interiores de transición: exteriores de asfalto en vagabundaje y exteriores de alma o de tejados, diablocojuelescos, donde los amantes se reverencian con las colas.

 

En la librovejería o parada 1 -que por su denominación, ‘Parada 1’ recuerda al famoso viacrucis laico de la propia ciudad de León, solo que en lugar de cuentas de rosario se descuentan tragos-, se leyeron fragmentos del Prólogo de la 2ª parte de Dakovika, donde el autor justifica el desmán que como segunda parte supone este escrito, ‘Dakovika II’: “…como quiera que muchos y muchas no hacen sino interrogarme por cuales serían las vidas posteriores de esos tan desdichados personajes me veo impelido a escribir esta segunda parte que aquí se inicia.” El autor tiene ínfulas cervantinas y denuncia el ultraje de un plagiario que ha intentado hurtarle el personaje, habiendo publicado ya un par de semi-capítulos o semi-pacuvios. El plagiario lo tiene en casa y emborrona el mismo papel que el escritor, esa pasta de libros viejos de escritorzuelos hebenes etc.

 

 

[Img #26067]

 

 

Con manquedad expresiva, Bruno desatina de esta manera: “Quieran seguramente moverme a escribir la verdadera historia de Dakovika en segunda parte pero no me bastará con darle muerte al auténtico protagonista que es ‘el cuervo’ sino a ese Larsen también, cuyo sosias real anima al Avellaneda este no por quitarme la autoría del primero sino por ascenderse él de personaje secundario a primer personaje.” Petición de principio: la misma treta que Bruno utiliza para alzaprimarse a sí mismo en la comparación con Cervantes.

 

Responde el Aludido, allí mismo, no siendo otro que un tal Amanuense o plagiario en prosa de capa y espada. No son malos los argumentos. Son performativos: “cierra ahí contra esos villanos” etc.

 

Siguieron las amenazas y rufianadas de Bruno y del plagiario con artificios poco luminosos, ademanes de la carda...

 

La Parada 2 correspondió a La casa baja y buhardilla de Larsen: donde Larsen y Gromov leyeron fragmentos de la primera parte de Dakovika.

 

La parada 3 se realizó en la casa de Siena Pombal, López-Astilleros leyó un fragmento de la primera parte de Dakovita.

 

En la parada 4, en las catacumbas de San Isidoro terminaron de logobrecerse. Ahí Isabel Llanos, la única, además del autor, que proclama en su nombre verdadero leyó un fragmento de la segunda parte de la reciente y sangrante Dakovika, escrito del que no se puede decir como de otros, que saliera a la calle; pues siendo este su lugar natural, lo que se hacía era un reequilibrio de las cosas.

 

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.