Redacción
Miércoles, 09 de Octubre de 2013
La asociación de viudas de Santander visita Astorga
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Cerca de una cincuentena de viudas de la capital santanderina, de visita por tierras leonesas, han sido recibidas este miércoles en el Salón de Plenos de la capital maragata, por la alcaldesa de la ciudad, Victorina Alonso, y la concejala del área de Servicios Sociales, Mercedes González.
El grupo, con su presidenta Mª Jesús Ruiz al frente, acompañado también por la presidenta de la Asociación de Viudas de Astorga, Mercedes Rojo, que hizo de anfitriona ante las autoridades locales, visitaron el edificio consistorial y recorrieron la historia astorgana de la mano de su principal representante municipal, quien recordó también la figura de la escritora Concha Espina como un elemento de unión entre las mujeres de ambas tierras.
Tanto el colectivo cántabro como el astorgano tienen un largo recorrido asociativo, con un trabajo desarrollado en ambos casos en torno a los 40 años, un tiempo en el que se han preocupado por los derechos sociales, la calidad de vida y el bienestar general de las viudas y sus hijos, y que en estos momentos se han convertido, con sus humildes pensiones, en el principal punto de apoyo de muchas familias azotadas por la crisis del desempleo.
Cerca de una cincuentena de viudas de la capital santanderina, de visita por tierras leonesas, han sido recibidas este miércoles en el Salón de Plenos de la capital maragata, por la alcaldesa de la ciudad, Victorina Alonso, y la concejala del área de Servicios Sociales, Mercedes González.
El grupo, con su presidenta Mª Jesús Ruiz al frente, acompañado también por la presidenta de la Asociación de Viudas de Astorga, Mercedes Rojo, que hizo de anfitriona ante las autoridades locales, visitaron el edificio consistorial y recorrieron la historia astorgana de la mano de su principal representante municipal, quien recordó también la figura de la escritora Concha Espina como un elemento de unión entre las mujeres de ambas tierras.
Tanto el colectivo cántabro como el astorgano tienen un largo recorrido asociativo, con un trabajo desarrollado en ambos casos en torno a los 40 años, un tiempo en el que se han preocupado por los derechos sociales, la calidad de vida y el bienestar general de las viudas y sus hijos, y que en estos momentos se han convertido, con sus humildes pensiones, en el principal punto de apoyo de muchas familias azotadas por la crisis del desempleo.
