Redacción
Miércoles, 08 de Enero de 2014

No hay nuevo presupuesto municipal a la vista

El comienzo del nuevo año no ha traído nuevos bríos al Ayuntamiento de Astorga que, de momento, seguirá gestionándose con el presupuesto prorrogado de 2012, que no hay que olvidar que fue el del Plan de Ajuste, cuya filosofía restrictiva no es válida dos años después. Así lo ha confirmado la alcaldesa, Victorina Alonso, quien ha avanzado que, al menos, en los plenos de enero y febrero entre los puntos del orden del día no estará el presupuesto.

Durante el año pasado la elaboración de las previsiones de ingresos y gastos se estancó en una de las partidas más importantes, la del servicio de limpieza y recogida de basura, al dilatar el acuerdo político para la redacción del nuevo pliego del contrato del servicio de limpieza. Ahora, a ese 'tapón' aún sin resolver, se le añade lo que parece otro punto de lenta digestión que afecta a otra de las partidas más cuantiosas, la del capítulo destinado al personal. El equipo de gobierno espera desde el mes de octubre un informe de la Secretaría municipal sobre qué ocurrirá con cinco plazas que en estos momentos están pendientes de saber si quienes las ocupan se jubilarán o no. Si finalmente quedaran vacantes, el Ayuntamiento deberá esperar a saber si la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera le permite incrementar la plantilla municipal.

Con estos mimbres, la aprobación del nuevo presupuesto municipal no está en los asuntos urgentes de la agenda del equipo de gobierno, a quien todo se le pone en contra (o a favor, según se mire) para contar con algo básico y fundamental en la gestión como es la previsión de gastos e ingresos. 

¿Quién debe reponer los contenedores de basura?
La imposibilidad de contar con un nuevo contrato del servicio de limpieza y recogida de residuos no ha tenido solamente consecuencias en la elaboración de un nuevo presupuesto, sino que ahora se están materializando en la gestión de la basuras del día a día. Como el contrato suscrito en el año 2000 ha finalizado después de dos prórrogas, el servicio se está prestando sin el respaldo de un documento legal que fije las obligaciones de la empresa concesionaria. Es por ello, según la alcaldesa, que el Ayuntamiento encuentre dificultades hasta para reponer los contenedores, un asunto que ha despertado las críticas de los vecinos afectados, como los del barrio de Santa Clara. En teoría la colocación de contenedores nuevos debería ser competencia de la empresa pero al no existir un contrato que regule la gestión, el asunto se ha estancado. 

Recordar que el pliego de la basura primero se taponó en la falta de acuerdo de los grupos políticos y la puntilla final llegó con la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración que deposita en manos de las diputaciones esta competencia. 
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