Redacción
Domingo, 09 de Marzo de 2014
Pólvora y fuego en el adiós a la Piñata 2014
![[Img #8224]](upload/img/periodico/img_8224.jpg)
Se acabó. La Piñata se ha despedido hasta el próximo año con contundencia, haciéndose notar en varios kilómetros a la redonda. El adiós del carnaval astorgano ha olido a la pólvora de la gran traca que organizó el grupo de teatro de calle 'a ras de suelo'.
Como colofón a la explosión de ruido, petardos y luz, y después de haber indultado a Bob Esponja, la casa-piña del personaje de cómic infantil comenzó a arder en el centro de la Plaza Mayor de Astorga, ante la atenta mirada del numeroso público que se congregó para la despedida.
La quema de la Piñata puso el punto final a tres días intensos en los que el tiempo primaveral ha animado a pasarlo bien en la calle, y también ha permitido lucir los trajes a las miles de personas que con sus disfraces han participado en el desfile, en la noche de los 60 y 70, o a quienes simplemente se colocaron la máscara para disfrutar del desenfado y la fiesta del carnaval.
El objetivo se ha cumplido con creces: las calles de la ciudad han sido un hervidero de gente del carnaval que cierra el ciclo festivo de invierno.
Se acabó. La Piñata se ha despedido hasta el próximo año con contundencia, haciéndose notar en varios kilómetros a la redonda. El adiós del carnaval astorgano ha olido a la pólvora de la gran traca que organizó el grupo de teatro de calle 'a ras de suelo'.
Como colofón a la explosión de ruido, petardos y luz, y después de haber indultado a Bob Esponja, la casa-piña del personaje de cómic infantil comenzó a arder en el centro de la Plaza Mayor de Astorga, ante la atenta mirada del numeroso público que se congregó para la despedida.
La quema de la Piñata puso el punto final a tres días intensos en los que el tiempo primaveral ha animado a pasarlo bien en la calle, y también ha permitido lucir los trajes a las miles de personas que con sus disfraces han participado en el desfile, en la noche de los 60 y 70, o a quienes simplemente se colocaron la máscara para disfrutar del desenfado y la fiesta del carnaval.
El objetivo se ha cumplido con creces: las calles de la ciudad han sido un hervidero de gente del carnaval que cierra el ciclo festivo de invierno.