Las mariposas de los funerales de García Márquez en Astorga
![[Img #9988]](upload/img/periodico/img_9988.jpg)
Entre las nuevas joyas que atesora el Ayuntamiento de Astorga se cuentan desde este sábado, las de las mariposas amarillas que fueron traídas desde los funerales de ‘Gabo’ celebrados en México. Estas mariposas han sido donadas por Alquimia Peña, directora general de la fundación ‘Nuevo cine latinoamericano’ que presidía Gabriel García Márquez.
Posiblemente Alquimia Peña fuera la persona que más cerca estuvo del sueño de ‘Gabo’, expuso la escritora Marifé Santiago, en su afán de incitar y realizar coproducciones latinoamericanas en cine. Gabriel García Márquez contó con la dirección de Alquimia Peña para poner en marcha la citada fundación y la escuela de cine de San Antonio de Baños (por esta escuela han pasado muchos de nuestros mitos cinematográficos entre los que se cuentan: Amenábar, Almodóvar, Benito Zambrano etc).
![[Img #9987]](upload/img/periodico/img_9987.jpg)
De este sueño, así como de la escuela de cine y de otras instituciones que han sido clave para la integración cinematográfica disertó Alquimia Peña: El objetivo primordial para el que surge la fundación a mediados de los años 80 fue el de contribuir a la integración de la cinematografía de América latina y del Caribe y por supuesto también de la cinematografía iberoamericana.
Como segunda parte del acto se proyectó la película de Pacho Gotía que se realizó para la celebración del 80 cumpleaños de García Márquez. En ella sus amigos de infancia y de juventud cuentan cómo era en cada una de sus facetas. Se proyectó para su cumpleaños en Cartagena de Indias, donde además ese día se soltaron, en recuerdo del personaje Mauricio Babilonia, amado de las mariposas, millares de mariposas de color amarillo. Lo mismo que se haría en México, con motivo de sus funerales en el museo de ‘Bellas artes’. Allí se transportaron 300.000 mariposas en el avión del presidente de Colombia y cuando terminó el acto en el que todo el mundo le dejaba flores amarillas y donde se cantaban ‘ballenatos’ -recordó Alquimia Peña-, se liberaron las más de 300.000 mariposas; al principio necesitaron de un cañón de aire para dispersarlas, pero luego se formó una corriente de baile natural atifonada, y mansamente se dispersaron por el orbe entero y aquí les llego éstas a ustedes para su disfrute, mansalinas ya del todo.
Entre las nuevas joyas que atesora el Ayuntamiento de Astorga se cuentan desde este sábado, las de las mariposas amarillas que fueron traídas desde los funerales de ‘Gabo’ celebrados en México. Estas mariposas han sido donadas por Alquimia Peña, directora general de la fundación ‘Nuevo cine latinoamericano’ que presidía Gabriel García Márquez.
Posiblemente Alquimia Peña fuera la persona que más cerca estuvo del sueño de ‘Gabo’, expuso la escritora Marifé Santiago, en su afán de incitar y realizar coproducciones latinoamericanas en cine. Gabriel García Márquez contó con la dirección de Alquimia Peña para poner en marcha la citada fundación y la escuela de cine de San Antonio de Baños (por esta escuela han pasado muchos de nuestros mitos cinematográficos entre los que se cuentan: Amenábar, Almodóvar, Benito Zambrano etc).
De este sueño, así como de la escuela de cine y de otras instituciones que han sido clave para la integración cinematográfica disertó Alquimia Peña: El objetivo primordial para el que surge la fundación a mediados de los años 80 fue el de contribuir a la integración de la cinematografía de América latina y del Caribe y por supuesto también de la cinematografía iberoamericana.
Como segunda parte del acto se proyectó la película de Pacho Gotía que se realizó para la celebración del 80 cumpleaños de García Márquez. En ella sus amigos de infancia y de juventud cuentan cómo era en cada una de sus facetas. Se proyectó para su cumpleaños en Cartagena de Indias, donde además ese día se soltaron, en recuerdo del personaje Mauricio Babilonia, amado de las mariposas, millares de mariposas de color amarillo. Lo mismo que se haría en México, con motivo de sus funerales en el museo de ‘Bellas artes’. Allí se transportaron 300.000 mariposas en el avión del presidente de Colombia y cuando terminó el acto en el que todo el mundo le dejaba flores amarillas y donde se cantaban ‘ballenatos’ -recordó Alquimia Peña-, se liberaron las más de 300.000 mariposas; al principio necesitaron de un cañón de aire para dispersarlas, pero luego se formó una corriente de baile natural atifonada, y mansamente se dispersaron por el orbe entero y aquí les llego éstas a ustedes para su disfrute, mansalinas ya del todo.