'Al arriero no le preguntes cómo le va, solo mira si vuelve'
Hace muchos años, mi madre 'Pura La Maragata', que con orgullo mantiene el gentilicio a pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que sus progenitores tuvieron que buscar otras tierras próximas donde ganarse la vida –sí, amable lector, a principios del siglo pasado también los maragatos se veían obligados a emigrar buscando nuevas oportunidades–, me contó este sencillo refrán de indudable origen arriero que últimamente se oye poco.
El dicho es todo un paradigma sobre el grado de credibilidad que puedan tener las encuestas, sobre todo si la pregunta se hace por estas tierras. No quiero decir con ello que los astorganos mintamos de manera sistemática cuando se nos pregunta o que los estudios de opinión o de mercado tengan que aplicar un factor de corrección específico como si fuéramos bichos raros, atendiendo a un supuesto carácter reservado. Ni mucho menos, entre otras cosas porque el maragato (y con ello me refiero no solo a la Maragatería propiamente dicha, sino a toda la zona influenciada por Astorga que incluye Vega, Cepeda, Sequeda y todo lo demás) es de carácter abierto y extrovertido, esculpido por los continuos viajes y por ser desde tiempos inmemoriales Astorga un cruce de casi todos los caminos. Como digo, es abierto y extrovertido salvo que le preguntes por sus intimidades. Así por ejemplo, puedes encontrarte un maragato/a rayando en la necesidad o miseria que no te lo hará saber; antes al contrario, cuanto mayores sean las penurias mejores ropas se pondrá y sacará de la hucha lo que tenga para poder tomarse unos cortos y que los demás no sepan sus problemas.
Lo de preguntar por la intención de voto es también una intimidad y la respuesta debe ser tomada con todas la reservas. Por eso cobra especial importancia la segunda parte del refrán: '… mira si vuelve' porque puede que le vaya bien, mal o regular, pero si vuelve es que no ha encontrado nada mejor.
Digo esto porque a la luz del sondeo de intención de voto publicado por un diario digital, los astorganos volverían –con ligeros matices– a votar a los mismos de siempre. Digo los mismos porque en realidad lo son, aunque hayan cambiado la indumentaria. Utilizando un símil futbolístico son los mismos equipos, con los mismos intereses, e idéntica estrategia de juego pero que han cambiado la camiseta y al delantero centro.
Siguiendo con el fútbol, si los astorganos ignoramos que en esta liga hay nuevos equipos, con técnicas de juego muy distintas a las de los eternos rivales Madrid vs Barça, estaremos perdiendo una gran oportunidad de ver buen fútbol.
Si como pronostica la encuesta los astorganos vuelven a votar a los de siempre, una de dos: o no han encontrado a nadie capaz de cautivarles con un fútbol directo y transparente o se encuentran muy cómodos en este peloteo 'tuya-mía' de una Astorga que languidece.
Eso lo veremos en el partido a ocho del día 24, que todavía está por jugar. Porque si hay algo claro es que el refrán no engaña, que para eso es Maragato.
Hace muchos años, mi madre 'Pura La Maragata', que con orgullo mantiene el gentilicio a pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que sus progenitores tuvieron que buscar otras tierras próximas donde ganarse la vida –sí, amable lector, a principios del siglo pasado también los maragatos se veían obligados a emigrar buscando nuevas oportunidades–, me contó este sencillo refrán de indudable origen arriero que últimamente se oye poco.
El dicho es todo un paradigma sobre el grado de credibilidad que puedan tener las encuestas, sobre todo si la pregunta se hace por estas tierras. No quiero decir con ello que los astorganos mintamos de manera sistemática cuando se nos pregunta o que los estudios de opinión o de mercado tengan que aplicar un factor de corrección específico como si fuéramos bichos raros, atendiendo a un supuesto carácter reservado. Ni mucho menos, entre otras cosas porque el maragato (y con ello me refiero no solo a la Maragatería propiamente dicha, sino a toda la zona influenciada por Astorga que incluye Vega, Cepeda, Sequeda y todo lo demás) es de carácter abierto y extrovertido, esculpido por los continuos viajes y por ser desde tiempos inmemoriales Astorga un cruce de casi todos los caminos. Como digo, es abierto y extrovertido salvo que le preguntes por sus intimidades. Así por ejemplo, puedes encontrarte un maragato/a rayando en la necesidad o miseria que no te lo hará saber; antes al contrario, cuanto mayores sean las penurias mejores ropas se pondrá y sacará de la hucha lo que tenga para poder tomarse unos cortos y que los demás no sepan sus problemas.
Lo de preguntar por la intención de voto es también una intimidad y la respuesta debe ser tomada con todas la reservas. Por eso cobra especial importancia la segunda parte del refrán: '… mira si vuelve' porque puede que le vaya bien, mal o regular, pero si vuelve es que no ha encontrado nada mejor.
Digo esto porque a la luz del sondeo de intención de voto publicado por un diario digital, los astorganos volverían –con ligeros matices– a votar a los mismos de siempre. Digo los mismos porque en realidad lo son, aunque hayan cambiado la indumentaria. Utilizando un símil futbolístico son los mismos equipos, con los mismos intereses, e idéntica estrategia de juego pero que han cambiado la camiseta y al delantero centro.
Siguiendo con el fútbol, si los astorganos ignoramos que en esta liga hay nuevos equipos, con técnicas de juego muy distintas a las de los eternos rivales Madrid vs Barça, estaremos perdiendo una gran oportunidad de ver buen fútbol.
Si como pronostica la encuesta los astorganos vuelven a votar a los de siempre, una de dos: o no han encontrado a nadie capaz de cautivarles con un fútbol directo y transparente o se encuentran muy cómodos en este peloteo 'tuya-mía' de una Astorga que languidece.
Eso lo veremos en el partido a ocho del día 24, que todavía está por jugar. Porque si hay algo claro es que el refrán no engaña, que para eso es Maragato.
