La Eragudina. 75 años de un estadio de fútbol ( I )
El historiador astorgano Manuel Jesús Álvarez nos cuenta en este artículo, y en un segundo que publicaremos la próxima semana, la historia del campo de fútbol de La Eragudina
![[Img #45589]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8203_1.jpg)
Este sábado, el de ‘la noche larga’, se inaugurará en La Eragudina de forma oficial un ilusionante curso 2019-2020 enfrentándose nuestro Atlético al siempre complicado y correoso Cultural y Deportiva Leonesa ‘Júpiter Leonés’ el histórico filial del equipo titular de la capital provincial. Será pues dentro de unas días cuando veremos los primeros minutos ‘oficiales’ de los ‘verdes’ –soberbio primer tiempo el ofrecido ayer en su enfrentamiento con otro contrastado filial, el coruñés CD Fabril– y juzgaremos –con la peculiar idiosincrasia que caracteriza a los seguidores atléticos– las labores de Sagrario y Miñambres –los dos ya convertidos en la presidenta y el entrenador con más temporadas rigiendo los destinos del club, nada menos que diez en el caso de la máxima mandataria y ocho en el del ‘míster’– y de los respectivos equipos –directivo y técnico– que ambos lideran. Deseamos fervientemente que el resultado final, ya en la primavera del año próximo, esté en consonancia con la ingente ilusión, capacidad y esfuerzo que todos ellos, también los jugadores, ponen en el empeño.
Como en años anteriores, cuando el curso futbolístico esta a punto de iniciarse, procedemos a realizar alguna breve coda sobre la rica Historia del fútbol local optando, en esta ocasión, por sumarnos a una efeméride que ha pasado desapercibida para nuestras autoridades locales pero que para los muchos ‘futboleros’ de nuestra añeja y orgullosa urbe, sobremanera los más veteranos, resulta de obligado recuerdo.
Fue el 23 de julio de 1944 cuando se disputaba el primer partido de futbol en el entonces denominado Campo del Frente de Juventudes –la actual denominación de La Eragudina se haría popular en los años setenta–, un encuentro amistoso que enfrentó al CD Astorga con un Deportivo Bañezano al que derrotaba por 5–2. Por tanto, hace tres semanas, coincidiendo en el tiempo con el inicio de la pretemporada del Atlético Astorga, se conmemoraba el 75 aniversario de la erección de La Eragudina un ‘campo de futbol de hierba’ sin el que no se puede entender la Historia del fútbol en la ciudad. De este modo, nuestra modesta aportación se detendrá, en esta primera entrega, en sus orígenes y dentro de dos semanas, ya en una segunda colaboración, en el detalle de las no pocas modificaciones que están en la base de su actual configuración.
![[Img #45591]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/2667_3.jpg)
Años 40. Un ‘campo de hierba’ para una ciudad más que preñada de futbol
Como ya hemos referido en otras ocasiones, tenemos noticias de la existencia de equipos de balompié en la ciudad desde hace más de un siglo estando ya conformados, en la segunda década de la pasada centuria, la Sociedad Deportiva Lasalle y el Club Deportivo Astorgano. Ambas formaciones, y una pléyade de escuadras que se crearon desde entonces hasta los años cuarenta, disputaban sus partidos en distintos terrenos –Cuesta de los Bolos, Altos de Manjarín, Eras del Cuervo, La Carrerica, Plaza del Ganado, Cuartel de Santocildes, etcétera– que presentaban unas insuficiencias más que evidentes.
Fueron estas carencias –y al rebufo de la creación en la primavera de 1943 del Club Deportivo Astorga pronto, y siempre, Club Astorga para los aficionados– las que propiciaron que se iniciaran las gestiones encaminadas a conseguir la construcción de un ansiado ‘campo de fútbol de hierba’ procediéndose a la erección del Campo del Frente de Juventudes.
Así –y siguiendo en una importante medida el estudió del siempre llorado Martín Martínez–sabemos que fue el concejal Nistal quien, en junio de 1941, propuso la creación de una comisión a la que se encomendarían las gestiones necesarias para el establecimiento del demandado campo de deportes ‘sembrado de hierba’. Aunque su propuesta no recibió el apoyo del resto de sus compañeros en la corporación, si abonó el terreno –expresión nunca mejor utilizada– para que un año y medio después, nos encontramos en los primeros días de 1943, se retomase su propuesta aprobándose la creación de una denominada ‘Comisión Pro Fomento del Campo Deportivo’. El cambio de parecer de los ediles –la alcaldía era ocupada por José ‘Pepón’ Rodríguez– estaría relacionado con que en esta ocasión la solicitud –más bien el mandato– de la creación de un estadio procedió de la todopoderosa, en aquella coyuntura, Delegación Provincial del Frente de Juventudes.
Decidida su ubicación en La Eragudina, en unos terrenos situados entre el rio Jerga y la Carretera Madrid–Coruña, habría que esperar todavía un año, a la primavera de 1944, para que desde el ayuntamiento se diese el impulso definitivo al proyecto. Para ello resultaba necesario agregar a una parcela municipal otra que era propiedad de Andrés García Luengo a quien se ‘presionó’ para que efectuase su venta. Tras solventar una reclamación efectuada por Vicente Ugidos, quien solicitó una compensación pues hasta ese momento llevaba el arriendo y el consiguiente aprovechamiento de los pastos de la parcela municipal, ya se disponía del plantío necesario para la erección del nuevo campo de deportes.
Fue a lo largo de los meses siguientes cuando se procedió al cercado con tapial de la parcela resultante de agregar las dos preexistentes –la municipal y la ‘adquirida’ a García Luengo– y al sembrado del terreno de juego. Astorga contaba desde ese momento con un campo de futbol ‘sembrado de hierba’, insistimos en ello, que pasó a ser gestionado por el Frente de Juventudes –el símbolo de esta organización lució años en sus muros– denominación con la que la nueva instalación deportiva fue conocida –Campo del Frente de Juventudes– hasta que en los años setenta se popularizó el nombre actual: La Eragudina.
![[Img #45590]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8236_2.jpg)
Como hemos referido era el 23 de julio de 1944 cuando se disputaba el primer partido en el nuevo estadio –con la mayor parte de las obras aún sin concluir– enfrentándose el CD Astorga a un Deportivo Bañezano al que se derrotó por 5-2 destacando en la escuadra local las actuaciones de Paja, Miguel, Riestra y Chus. De que la rivalidad con la vecina localidad no es cosa reciente nos informa el cronista de El Pensamiento Astorgano quien, la víspera del partido, señalaba que: “La hidalguía astorgana no precisa de advertencia, que es cosa bien distinta el entusiasmo noble y deportivo, la rivalidad sensata, del apasionamiento que se desborda y trasciende de los límites de lo correcto para pasar a los de lo reprensible. Nuestro equipo necesita, y pide, la asistencia de su público y nada más”. El llamamiento debió surtir efecto pues el mismo cronista, quien firmaba como ‘un deportista’ recalcaba, una vez celebrado el encuentro, que “del público no pueden pedir más nuestros amigos de La Bañeza. Casi parecía seco y apático de tan correcto”.
Resulta importante señalar que pese a que fue éste el primer partido de futbol disputado en la actual Eragudina, habría que esperar dos meses, al 12 de septiembre, para que las autoridades provinciales y locales procediesen a su inauguración oficial con la celebración en ‘el magnífico y nuevo estadio’ de un Campeonato Provincial de atletismo.
Seis años después, en el verano de 1950, se acometía la erección de una emblemática tribuna de madera –desaparecida en los años setenta– encima de donde hoy –y en aquel momento– se ubican los vestuarios que con una capacidad para ‘quinientos espectadores’ el cronista no dudaba en definir como ‘suntuosa’ procediendo la directiva del Club Astorga a incluir un anuncio en la prensa local en la que se invitaba a los “socios de número […] para que pasen a serlo de tribuna”.
Tras el ansiado ascenso conseguido, mediada la década de los cincuenta, por el Club Astorga a una Tercera División en la que militó diez temporadas consecutivas, se procedía a levantar –obras que fueron realizadas, en una importante medida, por aficionados, jugadores y directivos– un distintivo murete de piedra, junto a un banco corrido a modo de asiento, que recorriendo el perímetro del terreno de juego hizo de La Eragudina un campo ‘diferente’ durante cinco largas décadas siendo derruido, cuando 2007 concluía, y sustituido por la actual barandilla metálica.
![[Img #45638]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8005_6.jpg)
![[Img #45641]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/9261_7.jpg)
![[Img #45639]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8709_8.jpg)
Años 80. Una ciudad en busca de un nuevo estadio que nunca se llegó a construir
Desaparecido el Club Astorga, fue en los inicios de los años setenta cuando se especuló con la erección de un nuevo estadio, barajándose como posible ubicación distintos terrenos aledaños a la Plaza de Toros, en relación a la posibilidad, muy pronto desechada, de que en La Eragudina se construyese un nuevo Instituto de Bachillerato.
Desde esa coyuntura, sus enormes deficiencias –ausencia de césped, tribuna inutilizada, derruido muro exterior, ausencia de banquillos, vestuarios pequeños, insalubres, sin calefacción ni agua caliente, etcétera– propiciaron que los cronistas de la época lo rotulasen como “un patatal con dos porterías” y que todas las directivas del Atlético Astorga – ya desde 1973–, sin excepción alguna, demandasen a las distintas corporaciones de la ciudad la construcción de un nuevo estadio.
![[Img #45642]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/6526_9.jpg)
![[Img #45643]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/5484_13.jpg)
Fue al iniciarse la década de los ochenta cuando el Ayuntamiento que presidía Luis González Pérez, desestimada la construcción del demandado nuevo estadio al no poder asumir un coste que se elevaría a treinta millones de pesetas, apostaba por una ampliación y modernización de los vestuarios y la erección de una grada que todavía hoy se ubica en el largo de La Eragudina más próximo a su puerta de entrada. Sus deficiencias –escasa capacidad, ausencia de asientos, pésimas orientación y cerramiento– obligaron a que, muy pronto, se instalase una visera –para protegerse del sol– y se procediese a la cubrición de su parte posterior –evitando la lluvia racheada–. FOTOS 15-16
![[Img #45592]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/5596_15.jpg)
![[Img #45596]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/9019_19.jpg)
En las dos décadas siguientes, entre los años 1984 y 2005, las actuaciones sobre una Eragudina cada vez más avejentada fueron mínimas, en realidad meros ‘parches’ que contrataban con la erección de campos nuevos, o profundamente remodelados, en no pocas localidades próximas –La Bañeza, Bembibre, Benavente, Ponferrada, Toreno, Fabero, Trobajo–. Las actuaciones más destacadas en estos años fueron: cabina para la prensa ubicada en la grada; nuevos vestuarios que, muy pronto, resultaron insuficientes; mejora del drenaje y nivelación del terreno de juego; acondicionamiento de la antigua casa de Justi como oficina y bar; instalación de distintos equipos de iluminación –primero focos, con el tiempo torretas– para posibilitar los entrenamientos nocturnos; reforma de los banquillos –más grandes y de cemento–; explanación del fondo más próximo a Santa Clara para poder entrenar y, finalmente, se derruyó el último tramo de barro de la tapia concluyendo, así, el nuevo cerramiento exterior. Junto a ello, y de cierta importancia, fue en el verano de 1990 cuando el Concurso Hípico, que destrozaba el ya de por sí depauperado terreno de juego, se celebraba por última vez en La Eragudina.
(continuará...)
![[Img #45600]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/3966_23.jpg)
![[Img #45589]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8203_1.jpg)
Este sábado, el de ‘la noche larga’, se inaugurará en La Eragudina de forma oficial un ilusionante curso 2019-2020 enfrentándose nuestro Atlético al siempre complicado y correoso Cultural y Deportiva Leonesa ‘Júpiter Leonés’ el histórico filial del equipo titular de la capital provincial. Será pues dentro de unas días cuando veremos los primeros minutos ‘oficiales’ de los ‘verdes’ –soberbio primer tiempo el ofrecido ayer en su enfrentamiento con otro contrastado filial, el coruñés CD Fabril– y juzgaremos –con la peculiar idiosincrasia que caracteriza a los seguidores atléticos– las labores de Sagrario y Miñambres –los dos ya convertidos en la presidenta y el entrenador con más temporadas rigiendo los destinos del club, nada menos que diez en el caso de la máxima mandataria y ocho en el del ‘míster’– y de los respectivos equipos –directivo y técnico– que ambos lideran. Deseamos fervientemente que el resultado final, ya en la primavera del año próximo, esté en consonancia con la ingente ilusión, capacidad y esfuerzo que todos ellos, también los jugadores, ponen en el empeño.
Como en años anteriores, cuando el curso futbolístico esta a punto de iniciarse, procedemos a realizar alguna breve coda sobre la rica Historia del fútbol local optando, en esta ocasión, por sumarnos a una efeméride que ha pasado desapercibida para nuestras autoridades locales pero que para los muchos ‘futboleros’ de nuestra añeja y orgullosa urbe, sobremanera los más veteranos, resulta de obligado recuerdo.
Fue el 23 de julio de 1944 cuando se disputaba el primer partido de futbol en el entonces denominado Campo del Frente de Juventudes –la actual denominación de La Eragudina se haría popular en los años setenta–, un encuentro amistoso que enfrentó al CD Astorga con un Deportivo Bañezano al que derrotaba por 5–2. Por tanto, hace tres semanas, coincidiendo en el tiempo con el inicio de la pretemporada del Atlético Astorga, se conmemoraba el 75 aniversario de la erección de La Eragudina un ‘campo de futbol de hierba’ sin el que no se puede entender la Historia del fútbol en la ciudad. De este modo, nuestra modesta aportación se detendrá, en esta primera entrega, en sus orígenes y dentro de dos semanas, ya en una segunda colaboración, en el detalle de las no pocas modificaciones que están en la base de su actual configuración.
![[Img #45591]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/2667_3.jpg)
Años 40. Un ‘campo de hierba’ para una ciudad más que preñada de futbol
Como ya hemos referido en otras ocasiones, tenemos noticias de la existencia de equipos de balompié en la ciudad desde hace más de un siglo estando ya conformados, en la segunda década de la pasada centuria, la Sociedad Deportiva Lasalle y el Club Deportivo Astorgano. Ambas formaciones, y una pléyade de escuadras que se crearon desde entonces hasta los años cuarenta, disputaban sus partidos en distintos terrenos –Cuesta de los Bolos, Altos de Manjarín, Eras del Cuervo, La Carrerica, Plaza del Ganado, Cuartel de Santocildes, etcétera– que presentaban unas insuficiencias más que evidentes.
Fueron estas carencias –y al rebufo de la creación en la primavera de 1943 del Club Deportivo Astorga pronto, y siempre, Club Astorga para los aficionados– las que propiciaron que se iniciaran las gestiones encaminadas a conseguir la construcción de un ansiado ‘campo de fútbol de hierba’ procediéndose a la erección del Campo del Frente de Juventudes.
Así –y siguiendo en una importante medida el estudió del siempre llorado Martín Martínez–sabemos que fue el concejal Nistal quien, en junio de 1941, propuso la creación de una comisión a la que se encomendarían las gestiones necesarias para el establecimiento del demandado campo de deportes ‘sembrado de hierba’. Aunque su propuesta no recibió el apoyo del resto de sus compañeros en la corporación, si abonó el terreno –expresión nunca mejor utilizada– para que un año y medio después, nos encontramos en los primeros días de 1943, se retomase su propuesta aprobándose la creación de una denominada ‘Comisión Pro Fomento del Campo Deportivo’. El cambio de parecer de los ediles –la alcaldía era ocupada por José ‘Pepón’ Rodríguez– estaría relacionado con que en esta ocasión la solicitud –más bien el mandato– de la creación de un estadio procedió de la todopoderosa, en aquella coyuntura, Delegación Provincial del Frente de Juventudes.
Decidida su ubicación en La Eragudina, en unos terrenos situados entre el rio Jerga y la Carretera Madrid–Coruña, habría que esperar todavía un año, a la primavera de 1944, para que desde el ayuntamiento se diese el impulso definitivo al proyecto. Para ello resultaba necesario agregar a una parcela municipal otra que era propiedad de Andrés García Luengo a quien se ‘presionó’ para que efectuase su venta. Tras solventar una reclamación efectuada por Vicente Ugidos, quien solicitó una compensación pues hasta ese momento llevaba el arriendo y el consiguiente aprovechamiento de los pastos de la parcela municipal, ya se disponía del plantío necesario para la erección del nuevo campo de deportes.
Fue a lo largo de los meses siguientes cuando se procedió al cercado con tapial de la parcela resultante de agregar las dos preexistentes –la municipal y la ‘adquirida’ a García Luengo– y al sembrado del terreno de juego. Astorga contaba desde ese momento con un campo de futbol ‘sembrado de hierba’, insistimos en ello, que pasó a ser gestionado por el Frente de Juventudes –el símbolo de esta organización lució años en sus muros– denominación con la que la nueva instalación deportiva fue conocida –Campo del Frente de Juventudes– hasta que en los años setenta se popularizó el nombre actual: La Eragudina.
![[Img #45590]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8236_2.jpg)
Como hemos referido era el 23 de julio de 1944 cuando se disputaba el primer partido en el nuevo estadio –con la mayor parte de las obras aún sin concluir– enfrentándose el CD Astorga a un Deportivo Bañezano al que se derrotó por 5-2 destacando en la escuadra local las actuaciones de Paja, Miguel, Riestra y Chus. De que la rivalidad con la vecina localidad no es cosa reciente nos informa el cronista de El Pensamiento Astorgano quien, la víspera del partido, señalaba que: “La hidalguía astorgana no precisa de advertencia, que es cosa bien distinta el entusiasmo noble y deportivo, la rivalidad sensata, del apasionamiento que se desborda y trasciende de los límites de lo correcto para pasar a los de lo reprensible. Nuestro equipo necesita, y pide, la asistencia de su público y nada más”. El llamamiento debió surtir efecto pues el mismo cronista, quien firmaba como ‘un deportista’ recalcaba, una vez celebrado el encuentro, que “del público no pueden pedir más nuestros amigos de La Bañeza. Casi parecía seco y apático de tan correcto”.
Resulta importante señalar que pese a que fue éste el primer partido de futbol disputado en la actual Eragudina, habría que esperar dos meses, al 12 de septiembre, para que las autoridades provinciales y locales procediesen a su inauguración oficial con la celebración en ‘el magnífico y nuevo estadio’ de un Campeonato Provincial de atletismo.
Seis años después, en el verano de 1950, se acometía la erección de una emblemática tribuna de madera –desaparecida en los años setenta– encima de donde hoy –y en aquel momento– se ubican los vestuarios que con una capacidad para ‘quinientos espectadores’ el cronista no dudaba en definir como ‘suntuosa’ procediendo la directiva del Club Astorga a incluir un anuncio en la prensa local en la que se invitaba a los “socios de número […] para que pasen a serlo de tribuna”.
Tras el ansiado ascenso conseguido, mediada la década de los cincuenta, por el Club Astorga a una Tercera División en la que militó diez temporadas consecutivas, se procedía a levantar –obras que fueron realizadas, en una importante medida, por aficionados, jugadores y directivos– un distintivo murete de piedra, junto a un banco corrido a modo de asiento, que recorriendo el perímetro del terreno de juego hizo de La Eragudina un campo ‘diferente’ durante cinco largas décadas siendo derruido, cuando 2007 concluía, y sustituido por la actual barandilla metálica.
![[Img #45638]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8005_6.jpg)
![[Img #45641]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/9261_7.jpg)
![[Img #45639]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/8709_8.jpg)
Años 80. Una ciudad en busca de un nuevo estadio que nunca se llegó a construir
Desaparecido el Club Astorga, fue en los inicios de los años setenta cuando se especuló con la erección de un nuevo estadio, barajándose como posible ubicación distintos terrenos aledaños a la Plaza de Toros, en relación a la posibilidad, muy pronto desechada, de que en La Eragudina se construyese un nuevo Instituto de Bachillerato.
Desde esa coyuntura, sus enormes deficiencias –ausencia de césped, tribuna inutilizada, derruido muro exterior, ausencia de banquillos, vestuarios pequeños, insalubres, sin calefacción ni agua caliente, etcétera– propiciaron que los cronistas de la época lo rotulasen como “un patatal con dos porterías” y que todas las directivas del Atlético Astorga – ya desde 1973–, sin excepción alguna, demandasen a las distintas corporaciones de la ciudad la construcción de un nuevo estadio.
![[Img #45642]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/6526_9.jpg)
![[Img #45643]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/5484_13.jpg)
Fue al iniciarse la década de los ochenta cuando el Ayuntamiento que presidía Luis González Pérez, desestimada la construcción del demandado nuevo estadio al no poder asumir un coste que se elevaría a treinta millones de pesetas, apostaba por una ampliación y modernización de los vestuarios y la erección de una grada que todavía hoy se ubica en el largo de La Eragudina más próximo a su puerta de entrada. Sus deficiencias –escasa capacidad, ausencia de asientos, pésimas orientación y cerramiento– obligaron a que, muy pronto, se instalase una visera –para protegerse del sol– y se procediese a la cubrición de su parte posterior –evitando la lluvia racheada–. FOTOS 15-16
![[Img #45592]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/5596_15.jpg)
![[Img #45596]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/9019_19.jpg)
En las dos décadas siguientes, entre los años 1984 y 2005, las actuaciones sobre una Eragudina cada vez más avejentada fueron mínimas, en realidad meros ‘parches’ que contrataban con la erección de campos nuevos, o profundamente remodelados, en no pocas localidades próximas –La Bañeza, Bembibre, Benavente, Ponferrada, Toreno, Fabero, Trobajo–. Las actuaciones más destacadas en estos años fueron: cabina para la prensa ubicada en la grada; nuevos vestuarios que, muy pronto, resultaron insuficientes; mejora del drenaje y nivelación del terreno de juego; acondicionamiento de la antigua casa de Justi como oficina y bar; instalación de distintos equipos de iluminación –primero focos, con el tiempo torretas– para posibilitar los entrenamientos nocturnos; reforma de los banquillos –más grandes y de cemento–; explanación del fondo más próximo a Santa Clara para poder entrenar y, finalmente, se derruyó el último tramo de barro de la tapia concluyendo, así, el nuevo cerramiento exterior. Junto a ello, y de cierta importancia, fue en el verano de 1990 cuando el Concurso Hípico, que destrozaba el ya de por sí depauperado terreno de juego, se celebraba por última vez en La Eragudina.
(continuará...)
![[Img #45600]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2019/3966_23.jpg)






