Astorgano/a ¡Atrévete a no saber!
![[Img #49348]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2020/7626_yebra-postigo.jpg)
El riesgo comunitario suele fomentar el altruismo y la colaboración, por eso la peste del virus corona podría haber sido la ocasión para que surgiese un gran movimiento de solidaridad. Ya vemos que no. ¿Por qué lo que empezó de una manera solidaria se ha transmutado en guerra de todos? ¿Por qué, incluso entre algunos opinadores de este periódico, los dardos van siempre en la misma dirección? ¿Qué intereses afloran en esta oposición sistemática, manipuladora y viral a las decisiones gubernamentales, erradas o no? No hay que olvidar que entre el desbarajuste y los múltiples errores se han promovido los ERTES y se ha conseguido que aflore como de justicia el Salario Social. ¿Por qué perjudica esto a la Iglesia o a los partidos justicieros?
Echar la culpa, comenta Mary Douglas, en su libro ‘Estilos de pensar’, es una de las formas de expresar la afiliación cultural y política. ¿A quién se culpa y por qué? En su forma más extrema, sigue diciendo,” toda enfermedad da lugar a una acusación con sus respectivas exclusiones, bien sea al enfermo/a, a los padres, a las organizaciones de salud pública, al gobierno constituido o constitucional”.
Mary Douglas, ¿Quién será esa pava se preguntarán los ‘pollucas’* de turno.
Los jerarquistas, esos que se oponen abierta o veladamente al Salario Social, como lo hicieron a la Ley de Dependencia, o, ahora a la Ley de Igualdad, intuyen que la culpabilización, en este caso de una enfermedad, desencadena pasiones latentes de temor y de odio que pueden llegar a desmembrar nuestra sociedad. Parecen desearlo, sin importarles el estado de crispación social que genere, si con ello consiguen la toma del poder. Son constitucionalistas y punto.
La derecha o ultraderecha ya que aquí y ahora casi son lo mismo, culpabilizan al gobierno no solo de una mala gestión sino que lo convierten en causa principal de la pandemia. Ideológicamente, atribuyen el origen de todo a la auatorización de las manifestaciones feministas del 8 de marzo. Ellos las hubieran prohibido con mucho gusto. Habrían hecho su gestión imperativa, incuestionable, más incuestionable todavía y eso en España es la vuelta al autoritarismo. Fantástica solución de puro desierto.
Ya en el siglo XVIII Lawrence Sterne en su ‘Tristram Shandy’, ¿Pero, quién es este pavo? Bueno, decía que Sterne escribía en uno de sus sabrosos diálogos casi sin principio ni fin: “Las teorías se caracterizan por el hecho de que, una vez concebidas, todo lo asimilan en provecho de su propia nutrición; y, desde el mismo instante en que se engendra (la teoría), todo lo que uno ve, oye, lee o entiende no hace sino fortalecerlas cada vez más. Esto es de gran utilidad. Cuando mi padre llevaba con esta (teoría) alrededor de un mes, prácticamente no quedaba ya un solo fenómeno de genio o de estupidez que no estuviera en condiciones de explicar por medio de su teoría.” Pero ni con esto entenderás nada, sin ni siquiera la ESO.
Entonces, consideremos las acusaciones de incuria (nada contra los curas. ‘Pollucas’, ver RAE, aunque sé de vuestra preferencia por los VOX)), de incapacidad plagada de juicios de valor o de intenciones que se vierten en la ensaladera de las redes sociales astorganas: cuatro o cinco ‘Fakebook(s)' y un libelo en hábitos de amarillismo universal.
En esa paginilla y en los 'Fake(s)' lo que ’verdaderamente’ cuenta es el contador de clics, la máquina registradora del voto futuro, eso sí, a la manera ‘shandiana’, con el soporte de una pseudoteoría previa apocalíptica. Los hechos resultan irrelevantes, lo que importa es la hipérbole falsaria colada por verdadera y hacer daño social, mucho daño social, dividiendo a la gente de manera inconciliable. Su proclama totalmente antiilustrada parece ser: “Atrévete a no saber.” Saca pecho y di: ¿para qué sirve la sed?
Ya lo decía Obama, y perdonen que no cite a los idiotas trumpianos: “Empezamos a aceptar exclusivamente la información, verdadera o no, que encaje con nuestras opiniones. “
Pero la realidad posee, dice Mauricio Ferraris, resistencia y asequibilidad, por eso no será lo que pretendamos de ella, sino que en algún momento nos encontraremos que ni por muchas misas ni rosarios conseguiremos levitar, mucho menos ser recibidos en el Reino. Es decir que por mucho que la manipulemos terminaremos dándonos de moros con ella. ¿Qué diría Dios de tanto camorrista? Dice que “todo el mundo tiene derecho a su propia opinión, pero no a sus propios hechos”.
Estos enredadores o encantadores culebreros de la Red se tienen en tan poca estima que malquistan su tiempo y el de los demás por conseguir como sea el mayor número de clics, nunca la mayor cantidad de verdades. Obsesos de los ‘me gusta’, que es como decir los besos de un enamorado. Es una pena que Facebook no de esa posibilidad: la del ‘Te beso’ ‘¿Me besas?’. Pero tal cosa sería como besarse en una sentina (‘Pollucas’, mirad RAE). Comentaba Quevedo que a esta calaña bahúna y dada a la briba le atraían los lugares escatológicos (RAE) y que hasta la mentalidad y la expresión se les transmutaba, como si vinieran de otra cultura, la cultura del enfrentamiento, de la movilización total; y mencionaba como ejemplo de ‘cultura escatológica’ a uno que decía “que no habría en el mundo gusto como el cagar si tuviera besos.” Por eso son los besos lo único que le falta a Facebook y compaña.
Y en medio de esta feria escatológica, los ‘pollucas’ y demás men-drugos: Antipodemos, Autentico Feminismo Astorga, -que se proclama porque no es y se ‘paradojisma’ públicamente así: “Soy una mentira”-. Entonces los adeptos a estas ‘Fakebooks’ astorganas funcionan al modo sectario, con palabra de predicador, palabra de Dios.
En los últimos días el libelo ad-hoc (RAE, pollucas) de estas fanfarrias ha iniciado una caza ‘kukluxklanera’ del hombre, lanzando una campaña de difamación contra un astorgano, culpabilizándolo y haciéndole responsable máximo de la viralización de Astorga por el Covid-2029 entre otras lindezas.
Pero, ‘polluca`s’, el viralizador eres tú.
*‘Polluca’: despectivo de ‘polla’, polla pequeña.
Polla; según la RAE: 1. f. Gallina nueva, medianamente crecida, que no pone huevos o que hace poco tiempo que ha empezado a ponerlos, 2. f. malson. pene.
![[Img #49348]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2020/7626_yebra-postigo.jpg)
El riesgo comunitario suele fomentar el altruismo y la colaboración, por eso la peste del virus corona podría haber sido la ocasión para que surgiese un gran movimiento de solidaridad. Ya vemos que no. ¿Por qué lo que empezó de una manera solidaria se ha transmutado en guerra de todos? ¿Por qué, incluso entre algunos opinadores de este periódico, los dardos van siempre en la misma dirección? ¿Qué intereses afloran en esta oposición sistemática, manipuladora y viral a las decisiones gubernamentales, erradas o no? No hay que olvidar que entre el desbarajuste y los múltiples errores se han promovido los ERTES y se ha conseguido que aflore como de justicia el Salario Social. ¿Por qué perjudica esto a la Iglesia o a los partidos justicieros?
Echar la culpa, comenta Mary Douglas, en su libro ‘Estilos de pensar’, es una de las formas de expresar la afiliación cultural y política. ¿A quién se culpa y por qué? En su forma más extrema, sigue diciendo,” toda enfermedad da lugar a una acusación con sus respectivas exclusiones, bien sea al enfermo/a, a los padres, a las organizaciones de salud pública, al gobierno constituido o constitucional”.
Mary Douglas, ¿Quién será esa pava se preguntarán los ‘pollucas’* de turno.
Los jerarquistas, esos que se oponen abierta o veladamente al Salario Social, como lo hicieron a la Ley de Dependencia, o, ahora a la Ley de Igualdad, intuyen que la culpabilización, en este caso de una enfermedad, desencadena pasiones latentes de temor y de odio que pueden llegar a desmembrar nuestra sociedad. Parecen desearlo, sin importarles el estado de crispación social que genere, si con ello consiguen la toma del poder. Son constitucionalistas y punto.
La derecha o ultraderecha ya que aquí y ahora casi son lo mismo, culpabilizan al gobierno no solo de una mala gestión sino que lo convierten en causa principal de la pandemia. Ideológicamente, atribuyen el origen de todo a la auatorización de las manifestaciones feministas del 8 de marzo. Ellos las hubieran prohibido con mucho gusto. Habrían hecho su gestión imperativa, incuestionable, más incuestionable todavía y eso en España es la vuelta al autoritarismo. Fantástica solución de puro desierto.
Ya en el siglo XVIII Lawrence Sterne en su ‘Tristram Shandy’, ¿Pero, quién es este pavo? Bueno, decía que Sterne escribía en uno de sus sabrosos diálogos casi sin principio ni fin: “Las teorías se caracterizan por el hecho de que, una vez concebidas, todo lo asimilan en provecho de su propia nutrición; y, desde el mismo instante en que se engendra (la teoría), todo lo que uno ve, oye, lee o entiende no hace sino fortalecerlas cada vez más. Esto es de gran utilidad. Cuando mi padre llevaba con esta (teoría) alrededor de un mes, prácticamente no quedaba ya un solo fenómeno de genio o de estupidez que no estuviera en condiciones de explicar por medio de su teoría.” Pero ni con esto entenderás nada, sin ni siquiera la ESO.
Entonces, consideremos las acusaciones de incuria (nada contra los curas. ‘Pollucas’, ver RAE, aunque sé de vuestra preferencia por los VOX)), de incapacidad plagada de juicios de valor o de intenciones que se vierten en la ensaladera de las redes sociales astorganas: cuatro o cinco ‘Fakebook(s)' y un libelo en hábitos de amarillismo universal.
En esa paginilla y en los 'Fake(s)' lo que ’verdaderamente’ cuenta es el contador de clics, la máquina registradora del voto futuro, eso sí, a la manera ‘shandiana’, con el soporte de una pseudoteoría previa apocalíptica. Los hechos resultan irrelevantes, lo que importa es la hipérbole falsaria colada por verdadera y hacer daño social, mucho daño social, dividiendo a la gente de manera inconciliable. Su proclama totalmente antiilustrada parece ser: “Atrévete a no saber.” Saca pecho y di: ¿para qué sirve la sed?
Ya lo decía Obama, y perdonen que no cite a los idiotas trumpianos: “Empezamos a aceptar exclusivamente la información, verdadera o no, que encaje con nuestras opiniones. “
Pero la realidad posee, dice Mauricio Ferraris, resistencia y asequibilidad, por eso no será lo que pretendamos de ella, sino que en algún momento nos encontraremos que ni por muchas misas ni rosarios conseguiremos levitar, mucho menos ser recibidos en el Reino. Es decir que por mucho que la manipulemos terminaremos dándonos de moros con ella. ¿Qué diría Dios de tanto camorrista? Dice que “todo el mundo tiene derecho a su propia opinión, pero no a sus propios hechos”.
Estos enredadores o encantadores culebreros de la Red se tienen en tan poca estima que malquistan su tiempo y el de los demás por conseguir como sea el mayor número de clics, nunca la mayor cantidad de verdades. Obsesos de los ‘me gusta’, que es como decir los besos de un enamorado. Es una pena que Facebook no de esa posibilidad: la del ‘Te beso’ ‘¿Me besas?’. Pero tal cosa sería como besarse en una sentina (‘Pollucas’, mirad RAE). Comentaba Quevedo que a esta calaña bahúna y dada a la briba le atraían los lugares escatológicos (RAE) y que hasta la mentalidad y la expresión se les transmutaba, como si vinieran de otra cultura, la cultura del enfrentamiento, de la movilización total; y mencionaba como ejemplo de ‘cultura escatológica’ a uno que decía “que no habría en el mundo gusto como el cagar si tuviera besos.” Por eso son los besos lo único que le falta a Facebook y compaña.
Y en medio de esta feria escatológica, los ‘pollucas’ y demás men-drugos: Antipodemos, Autentico Feminismo Astorga, -que se proclama porque no es y se ‘paradojisma’ públicamente así: “Soy una mentira”-. Entonces los adeptos a estas ‘Fakebooks’ astorganas funcionan al modo sectario, con palabra de predicador, palabra de Dios.
En los últimos días el libelo ad-hoc (RAE, pollucas) de estas fanfarrias ha iniciado una caza ‘kukluxklanera’ del hombre, lanzando una campaña de difamación contra un astorgano, culpabilizándolo y haciéndole responsable máximo de la viralización de Astorga por el Covid-2029 entre otras lindezas.
Pero, ‘polluca`s’, el viralizador eres tú.
*‘Polluca’: despectivo de ‘polla’, polla pequeña.
Polla; según la RAE: 1. f. Gallina nueva, medianamente crecida, que no pone huevos o que hace poco tiempo que ha empezado a ponerlos, 2. f. malson. pene.






