La íntima relación de las mujeres con la defensa del medio ambiente
La Biblioteca Municipal de Astorga acogía en la tarde de este jueves el coloquio organizado por la Concejalía de Igualdad con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, protagonizado por mujeres que viven y desarrollan su actividad profesional en pueblos.
![[Img #51272]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2020/347_20201015_193514.jpg)
La idea que prevaleció en el debate con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, se resume en la íntima ligazón entre las habitantes de los pueblos y la lucha por la protección del medio ambiente. En la mesa se encontraban Beatriz del Río y Evelyn Perrotin, representantes de la Plataforma Valderrey Pueblo Unido, cuya junta directiva está conformada por mujeres, un liderazgo que se reproduce en el municipio de La Sequeda como en tantos rincones del mundo, donde son las mujeres quienes con su activismo ponen "en evidencia de manera sencilla y cotidiana lo perjudicial que es para la humanidad continuar sosteniendo un sistema depredador de la vida en el planeta", como ha puesto de relieve recientemente Oxfam Internacional.
Beatriz y Evelyn representaban a las mujeres que viven en el medio rural por elección, ninguna de las dos se crió en un pueblo pero ambas dejaron atrás la vida estresante de la ciudad para encajar su existencia en pequeñas localidades. "Valoramos el entorno naural con aire limpio y espacios abiertos. Esto es el futuro, que no se eche a perder y no se convierta en un entorno industrial, de placas solares porque llenar la superficie de placas es matar La Sequeda y Maragatería, dejar un paisaje desolador que supondrá el fin de la vida natural y animal", explicaba Evelyn Perrotin.
Evelyn junto con Beatriz encabezan la plataforma que se opone a la instalación en el municipio del Valderrey de la granja avícola y los parques fotovoltaicos, porque "como mujeres que vivimos en un entorno rural tenemos que cuidar la interacción con la naturaleza, un equilibrio que sin él no somos nada. Nos toca luchar por ello y no dejar que nos lo arrebaten", señalaba Perrotin.
Este activismo en defensa del medio ambiente hunde sus raíces en las mujeres de generaciones precedentes "que han cuidado sus hijos y vivido en un entorno rural, lo han tenido difícil pero eran luchadoras y trabajadoras, y supieron consevar la naturaleza, los paisajes fantásticos y la aquitectura particular" de nuestras comarcas. Con estas palabras de Evelyn se ponía el acento en el reconocimiento a esas mujeres que fueron las depositarias de un saber ancestral que, como aseguraba uno de los oyentes del debate, el profesor Valentín Cabero, prevalece sobre "la cultura de la tradición" que predomina en la sociedad actual y que no deja de ser "anecdótica, de consumo", si no está integrada en los conocimientos que atesoraban las generaciones precedentes sobre el entorno y sus ciclos naturales.
Junto a Beatriz y Evelyn en la mesa también se encontraba Rocío Aguilar, de la Asociación Dos Espejos, también del municipio de Valderrey. Rocío nació en Castrillo de las Piedras y pertenece a la generación de mujeres que salió del pueblo para estudiar y decidió regresar, "somos mujeres que no vivimos del campo, tenemos inquietudes y debemos movernos por ellas, ser partícipes de la vida del pueblo. Los pueblos tienen que tener vida y estar despiertos", una idea-motor que le impulsó, junto a otros vecinos del municipio, a crear la asociación.
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La idea que prevaleció en el debate con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, se resume en la íntima ligazón entre las habitantes de los pueblos y la lucha por la protección del medio ambiente. En la mesa se encontraban Beatriz del Río y Evelyn Perrotin, representantes de la Plataforma Valderrey Pueblo Unido, cuya junta directiva está conformada por mujeres, un liderazgo que se reproduce en el municipio de La Sequeda como en tantos rincones del mundo, donde son las mujeres quienes con su activismo ponen "en evidencia de manera sencilla y cotidiana lo perjudicial que es para la humanidad continuar sosteniendo un sistema depredador de la vida en el planeta", como ha puesto de relieve recientemente Oxfam Internacional.
Beatriz y Evelyn representaban a las mujeres que viven en el medio rural por elección, ninguna de las dos se crió en un pueblo pero ambas dejaron atrás la vida estresante de la ciudad para encajar su existencia en pequeñas localidades. "Valoramos el entorno naural con aire limpio y espacios abiertos. Esto es el futuro, que no se eche a perder y no se convierta en un entorno industrial, de placas solares porque llenar la superficie de placas es matar La Sequeda y Maragatería, dejar un paisaje desolador que supondrá el fin de la vida natural y animal", explicaba Evelyn Perrotin.
Evelyn junto con Beatriz encabezan la plataforma que se opone a la instalación en el municipio del Valderrey de la granja avícola y los parques fotovoltaicos, porque "como mujeres que vivimos en un entorno rural tenemos que cuidar la interacción con la naturaleza, un equilibrio que sin él no somos nada. Nos toca luchar por ello y no dejar que nos lo arrebaten", señalaba Perrotin.
Este activismo en defensa del medio ambiente hunde sus raíces en las mujeres de generaciones precedentes "que han cuidado sus hijos y vivido en un entorno rural, lo han tenido difícil pero eran luchadoras y trabajadoras, y supieron consevar la naturaleza, los paisajes fantásticos y la aquitectura particular" de nuestras comarcas. Con estas palabras de Evelyn se ponía el acento en el reconocimiento a esas mujeres que fueron las depositarias de un saber ancestral que, como aseguraba uno de los oyentes del debate, el profesor Valentín Cabero, prevalece sobre "la cultura de la tradición" que predomina en la sociedad actual y que no deja de ser "anecdótica, de consumo", si no está integrada en los conocimientos que atesoraban las generaciones precedentes sobre el entorno y sus ciclos naturales.
Junto a Beatriz y Evelyn en la mesa también se encontraba Rocío Aguilar, de la Asociación Dos Espejos, también del municipio de Valderrey. Rocío nació en Castrillo de las Piedras y pertenece a la generación de mujeres que salió del pueblo para estudiar y decidió regresar, "somos mujeres que no vivimos del campo, tenemos inquietudes y debemos movernos por ellas, ser partícipes de la vida del pueblo. Los pueblos tienen que tener vida y estar despiertos", una idea-motor que le impulsó, junto a otros vecinos del municipio, a crear la asociación.








